El sistema ADAS (Advanced Driver Assistance System) de Alfa Romeo ayuda al conductor a guiar el vehículo controlando la velocidad, a través del control de crucero adaptativo, y el volante.
Después de 14.000 km con el coche voy a contar mi experiencia comparándolo con el de VAG, el cual disfruté en un Škoda Superb de 2021 durante un año. Ojo, que va un buen tocho, pero espero que sirva de ayuda al que esté pensando en incorporarlo como extra a su nuevo coche, sobre todo si ya ha usado un sistema similar en otras marcas.
Empiezo por las cosas buenas que tienen estos sistemas en general.
Al menos los dos que he tenido oportunidad de probar, ni de lejos pueden reemplazar al conductor, como supuestamente puede hacer un Tesla, en los países donde esté permitido.
En cambio, vienen bien para evitar sustos si desviamos la vista de la carretera. Y no hablo de coger el móvil y ponerse a leer wasaps, para eso ya está Apple Car o Android Auto. Pero muchas veces, te pones a configurar algún parámetro del coche, o simplemente a desenroscar el tapón de una botella de agua y el coche mantiene la trazada aunque tú desvíes la atención unos segundos.
Aunque hay mucha gente que dice que pierdes la sensación de conducir, no opino lo mismo. La conducción en autovía a velocidades legales es bastante anodina y estos sistemas te permiten conducir más relajado manteniendo una conversación por el manos libres o dejando volar la imaginación. Por supuesto, como he dicho, no podemos confiar en estos sistemas al 100% (y menos en el de Alfa) porque entonces serían más inseguros que no llevarlos activados.
Las cosas buenas del sistema ADAS de Alfa Romeo:
El sistema de conducción asistida de Alfa Romeo es sencillo de conectar. Activamos el control de crucero y el sistema de guiado con sus respectivos botones y al definir una velocidad el sistema se pone en verde tomando tenuemente el control del vehículo, acompañando el giro en las curvas y gestionando la velocidad de avance a las circunstancias de la carretera y vehículos precedentes. Puedes ajustar la distancia con el vehículo que te precede con otro botón del volante.
Me gusta mucho la manera en que muestra el estado del sistema en la pantalla central. Con una iluminación verde en el contorno de los dos relojes laterales e iconos en la línea superior que te indican qué sistemas tiene activados, si ha detectado un coche más adelante o la distancia programada. En ese aspecto, no sé por qué, pero me gusta más que cómo se mostraba la información en el salpicadero digital del checo.
Otra de las cosas buenas es que detecta tu presencia por contacto, ya que tiene volante capacitivo. El Škoda era por presión sobre el volante y no era tan preciso. Es verdad, que te dejaba quitar las manos del volante más tiempo que el Alfa, pero también había veces que daba falsos positivos teniendo el volante entre las manos. El volante de mi Stelvio entiende que estoy al mando aunque simplemente haga presión con la rodilla sobre el volante, mientras uso las manos para abrir una botella, por ejemplo. Si detecta que no hay contacto del conductor, muestra primero una advertencia naranja, para unos segundos después mostrar una roja e inmediatamente desactivar control de crucero, asistencia a la conducción y montar un festival de pitidos de alarma por si te habías olvidado de que ibas manejando un coche.
También me gusta la gestión que hace del control adaptativo, mucho menos brusca que en el Superb, o a lo mejor es que después de conducir este último me he acostumbrado a adelantar con más antelación, pero me da la sensación de que el Škoda en seguida daba bajón de velocidad con un camión delante a distancia prudencial y aunque dieras el intermitente, hasta que no veía vía libre, no empezaba a acelerar. El sistema italiano tiene eso más conseguido y me hace conducir de forma más fluida, eso sí, siempre llevo la distancia en el mínimo.
Otro detalle es que los controles del volante que gestionan estos sistemas están en el lado izquierdo en el Alfa, mientras que en el Škoda están a la derecha.
Ahora voy con las cosas que menos me gustan, que no son pocas. Antes, de todas maneras, quisiera decir que seguramente volvería a pagar por ese opcional, aunque desde luego me encantaría que mejoraran de aquí al futuro, porque creo que es muy, pero que muy deficiente.
Limitaciones importantes:
- No puedes pasar de 145 km/h ya que, a partir de esa velocidad, se desactiva. Esto no debiera ser un problema, porque a partir de esa velocidad suelo tener todos mis sentidos en la conducción, pero deja entrever que no es el mejor sistema del mercado. El Škoda, venía de serie con la opción hasta 210 km/h (sobre el sistema básico, que permitía hasta 160 km/h)
- No puedes usarlo por encima de 60 km/h si no es en autopista. Esto, realmente es un engorro, ya que he circulado por autovías perfectamente señalizadas y con un firme en perfecto estado y el sistema no se activa porque entiende que no es viable. Ejemplos de ellos son la autovía de Pinares (A-601) entre Valladolid y Segovia o la A-15 de Medinaceli a (casi) Soria. En este tipo de vías, no se puede activar la conducción asistida. Es cierto que en las principales redes de carreteras de España sí, pero ¿por qué no en esas? Si no recuerdo mal, el Škoda activaba la conducción en cualquier tipo de vía, siempre que detectara correctamente las líneas de la carretera.
- En cuanto algo no le gusta te deja solo. Sí, ya sea que el sol deslumbra, o que hay un tramo que no está bien pintado, o la curva le parece muy cerrada o, simplemente, que hay una incorporación a la derecha con la clásica línea discontinua de trazo gordo. En todas esas ocasiones te deja a tu suerte. Esto no me gusta nada. La versión de VAG era mucho más concienzuda y, aunque también se desconectaba en ciertas situaciones, mantenía el tipo mucho mejor que la de Alfa y en circunstancias más desfavorables. El ADAS este es muy señorito.
- El asistente de atascos ¿no funciona en autopista? Yo, desde luego, no he conseguido que funcione. Se supone que por debajo de 60 km/h, cuando estás en un atasco, el sistema se va fijando en los coches de alrededor y gestiona la trayectoria en consecuencia. Pues bien, la mayoría de mis atascos son en circunvalaciones de varios carriles y como entiende que está en una autopista conecta el asistente normal en vez del de atascos y por tanto, en cuanto deja de ver las líneas se desconecta. No he tenido oportunidad de estar en un atasco en una carretera convencional, así que según el manual, no he podido probar el asistente de atascos, creo. Una verdadera castaña, sobre todo comparado con el Škoda, que sí que cogía el control y según las circunstancias variaba los parámetros para mantener la trazada, estuviera donde estuviera.
En definitiva, un sistema útil, pero que en el Alfa Romeo está muy lejos de ser realmente efectivo o a la altura de los competidores, incluso de los denominados generalistas.