Capítulo 28
Llegó por fin el día que llevaba más de 4 años esperando, abrir el motor y descubrir de donde provenía el dichoso ruido.
Recuerdo para los más despistados, que compré el coche averiado con un ruido muy desagradable, que provenía de la zona baja del motor. Hasta ahora no he abierto el motor porque quería ir paso a paso y zanjar otras partes del coche primero. Ahora ya es el turno y me centro 100% en él.
Foto de familia; el motor de la izquierda procede del 75 que compré para despiezar (quema mucho aceite...aros en mal estado), el del centro es de un cliente, y el de la derecha es el de mi Alfa.
Así que empezamos desmontando las correas de servicio y despejando el bloque.
Quitamos el compresor del A.C, la bomba de dirección y el alternador. Los guardamos para más adelante comprobar su estado y sustituir algún componente si es necesario.
Seguimos desmontando y despejamos toda la parte superior, como es el colector de admisión, rampa de inyectores y las tapas de culata. También quitamos el conjunto de bomba agua y termostato.
Aquí el maldito tensor hidráulico que siempre pierde aceite. Hay un kit de reparación, que, si se repara bien, puede quedar el tensor muy bien para mucho tiempo. También está la opción de hacer la conversión al tensor mecánico, el cual ya montan todas las versiones siguientes como son los 164 V6, 155 v6, GTV 916, etc. Personalmente prefiero el mecánico, porque es fiable y nos olvidamos de las fugas de aceite para siempre. Más adelante explico cómo hacer la conversión al tensor mecánico, porque hay que variar un par de cosas.
Por detrás solo me falta quitar el volante motor.
Antes de desmontar la correa dentada de distribución nos fijamos que las marcas de reglaje de los árboles de levas y la polea del cigüeñal están en su sitio.
Una vez asegurados que el motor está en marcas, procedemos a sacar ambas culatas.
Las culatas, después de comprobar visualmente que no hay nada roto o en mal estado, las puedo llevar a mi rectificador de confianza, para que empiece a trabajar con ellas. Se descarbonizarán, se repasarán los planos, se cambiarán retenes y casquillos de válvulas, se esmerilarán las válvulas y asientos entre otros muchos más trabajos. También aprovecharemos para pulir y agrandar un poco los conductos de admisión. Y sobre todo y lo más importante, hacer un buen reglaje de válvulas.
Así que respecto a las culatas poco más, cuando me las traigan estarán listas para montar.
Ahora sujetamos el motor en un caballete de motores, para poder trabajar más cómodos y poder darle la vuelta con comodidad como si de un pollo se tratase.
Por arriba de momento bien, mucha mierda pero bien. Ahora vamos a abrir por debajo.
Sacamos el cárter fuera y por fin encontramos restos metálicos que no deberían de estar ahí.
Seguimos desmontamos, quitamos las cabezas de las bielas y sacamos los pistones fuera.
Y por fin después de tanto tiempo, pude saber que le pasaba al motor.
Un cojinete de biela, en concreto del pistón numero 6 y el más alejado de la bomba de aceite (falta de lubricación), empezó a coger holgura y se sobrecalentó tanto, que se fundió. Los restos metálicos que hemos encontrado no son de los cojinetes, son trozos de pistón. De tanta holgura que cogió la biela, la falda del pistón golpeó contra el contrapeso del cigüeñal, partiendo un trozo de pistón y haciendo un buen estropicio.
Después de tantas teorías y suposiciones de donde provenía el ruido del motor, ha acabado siendo lo primero que dije nada más escucharlo: “suena a biela”. Las dudas siempre han sido porque el ruido era más bien irregular y sin seguir un patrón, lo contrario a como suele sonar una biela.
Después de valorar la situación y sabiendo que el cigüeñal esta arañado, una biela y pistón jodidos, y toda la viruta metálica que ha estado circulando por el bloque, decido desmontar el otro motor que tengo de repuesto y aprovechar el bloque, cigüeñal y bielas. Los pistones y camisas van nuevas, y por supuesto los aros, cojinetes…