Estamos ya en octubre de 2019 y recibo un whatsapp de mi primo, me dice, mira lo que ha llegado al taller!
Pues sí, ya estaba en el taller de mi tío, durante los siguientes dos meses se pone a punto de carburación, se ajustan los tambores, se cambian algunos silentblocks de la suspensión, hace que funcionen todas las luces, el limpia (que va lento, pero va) el lavaparabrisas... A principios de enero de este año me dice mi tío que el Sprint está listo para pasar la ITV, así que empiezo a mover los papeles de la rehabilitación, el 20 de Enero voy a Tráfico, entrego la documentación, en la ITV piden el duplicado que les llega a las pocas semanas y un mes después, el 20 de Febrero llega el momento de la verdad:
Lo viejo, y lo nuevo:
Y...
La pasó perfecta, ni un fallo, incluso los frenos, que no habían sido apenas rodados, clavados en las mediciones. No me pude resistir a grabarlo en su hábitat natural
:
El día 24 tenía la cita en Tráfico, vuelvo con la tarjeta de la ITV sellada, y listo, coche rehabilitado, a mi nombre, le saco el seguro y a correr, podéis imaginaros lo contento que estaba después de dos años y medio desde que bajó de aquel contenedor, las ganas que tenía de pasearme con él... Esta foto es de es misma tarde, ya, prácticamente anocheciendo:
Llegados aquí, diréis, bueno, pues ya está, ahora a restaurar el interior y los detalles que queden, y a disfrutar del coche. Pues no. Veréis, desde mucho antes de encontrar el Sprint en el desguace, siempre he estado enamorado del modelo, pero más que del Sprint ochentero, el que siempre me ha gustado ha sido el primera y segunda serie del 76 al 83, de hecho, mi fondo de pantalla del móvil desde hace más de 5 años es este:
Incluso tenía ya guardados unos intermitentes nuevos que pedí por error y una rejilla, sin faros y sin scudetto, pero sí con las lamas de aluminio horizontales, guardados con la esperanza de encontrar algún día el resto de piezas que me permitieran darle a mi QV el look de un Sprint Veloce. Y un día, chafardeando por wallapop, me encuentro con que a dos horas de donde trabajo venden: parrilla con faros y scudetto, paragolpes delantero con intermitentes, paragolpes trasero y pilotos traseros completos, aunque le faltaba una luz antiniebla (ya comprada). Total, que me pongo en contacto con el vendedor y le digo que se lo compro todo, y me dice que hasta me regala un volante de madera. Me falta tiempo para coger el coche y salir corriendo a por todo al día siguiente, y esto es lo que consigo:
Sólo me falta el spoiler delantero las molduras interiores cromadas de las taloneras, los anagramas y las salidas de aire redondas de las aletas traseras con el dibujo del quadrifoglio. Pero la decisión ya estaba tomada, quería dejar el Sprint tal que así:
Me parece bellísimo, incluso más proporcionado que el Alfetta GTV, y con más encanto clásico que la tercera serie plasticosa de los ochenta. Así que los siguientes días me puse manos a la obra con la transformación:
Pintando el anagrama y portaluces de matrícula trasero:
Desmonto paragolpes y molduras laterales de plástico y monto paragolpes trasero cromado:
Y esto es todo, estas fotos son de finales de Febrero, después tuve que volver al trabajo, y desde entonces no he podido bajar al pueblo, por los motivos que todos sabemos, tenía muchísimos planes para estos meses, ya que bajo unos 8-10 días todos los meses al pueblo, y el coche debería estar ya bastante más avanzado con la transformación, pero de momento está en stand by...