Siempre me ha parecido dificilísimo el diseño de supercoches con motor central.
La propia disposición del motor, la mínima funcionalidad del coche, su refrigeración y la aerodinámica condicionan su diseño hasta un punto en el que todos se parecen.
Además, la "personalidad" de los coches suele estar en el frontal. Y con el motor central el morro casi desaparece, tanto en longitud como en altura. Y además con toda suerte de canalizaciones para el aire. Así que encajar ahí rasgos de personalidad como calandras, parrillas o faros es muy dificil. Por supuesto, hay excepciones, como Lamborghini con aquellos Countach, tan rectilíneos, angulosos y macarras. O ciertas extravagancias de fabricantes muy de nicho, como Koenisseg o Pagani, si bien al final es posible encontrar parecidos entre ellos o de ellos con Ferrari, McLaren o cualquier otro.
El caso es que este Maserati me deja bastante frío. Y para colmo, parece que comparte más genética con AR que con Maserati (y sí, ya sé que el 4C se hacía en Maserati y que son primos hermanos). Casi incluso que podría pasar por un Jaguar. O a saber.
Quizá es que este tipo de coches, salvo excepciones, no me entusiasme, por radicales. Siempre he preferido los GT con motor central delantero, en plan A6, a estos remotos tataranietos del Miura.