Alfa Romeo 10C
Jamás desvelado al público, es uno de los secretos que la firma de Turín nunca ha sacado a la luz, ya que se canceló durante las etapas tempranas de desarrollo y apenas acomodaba un pequeño grupo de ingenieros de la firma. Este proyecto se denominaba internamente ''10C'' y comenzó a fraguarse a finales de la década de los 80, tras la absorción por parte de Fiat, como un biplaza de altísimas prestaciones, en auge por aquellos años. Como su buen nombre indica, iba a montar un V10 de nueva factura.
Y decimos de nueva factura porque no tenía nada que ver con aquel otro 10 cilindros de Fórmula 1 capaz de desarrollar 620 caballos a 13.300 revoluciones por minuto. Este nuevo motor de aspiración natural estaba montado en posición frontal y calado a 72 grados, con una cilindrada de 4.0 litros que desarrollaba aproximadamente 340 caballos durante los primeros tests en banco. Iba a ir gestionado por una caja de cambios manual de seis velocidades que dejaría de lado la arquitectura 'transaxle' de ir montada sobre el eje trasero. La vanguardia en la técnica la ponía un chasis que iba a estar construido en su mayor parte en aluminio, del un modo parecido al que años después haría Audi con su 'Space Frame'.
Las líneas que se aprecian en la maqueta de las imágenes eran diseño de Ercole Spada, que en aquel entonces había trabajado recientemente en la segunda y tercera generación de los BMW Serie 7 y Serie 5 respectivamente, antes de volver al grupo Fiat. El objetivo a lograr era un coeficiente de arrastre por debajo de 0.31.
Cabe destacar que también existió un Alfa Romeo 12C, pero se trataba de un bólido de carreras de mediado de los años 30 destinado a combatir a las 'flechas plateadas' de Mercedes-Benz y que nunca se vendió al gran público como coche de calle.
Jamás desvelado al público, es uno de los secretos que la firma de Turín nunca ha sacado a la luz, ya que se canceló durante las etapas tempranas de desarrollo y apenas acomodaba un pequeño grupo de ingenieros de la firma. Este proyecto se denominaba internamente ''10C'' y comenzó a fraguarse a finales de la década de los 80, tras la absorción por parte de Fiat, como un biplaza de altísimas prestaciones, en auge por aquellos años. Como su buen nombre indica, iba a montar un V10 de nueva factura.
Y decimos de nueva factura porque no tenía nada que ver con aquel otro 10 cilindros de Fórmula 1 capaz de desarrollar 620 caballos a 13.300 revoluciones por minuto. Este nuevo motor de aspiración natural estaba montado en posición frontal y calado a 72 grados, con una cilindrada de 4.0 litros que desarrollaba aproximadamente 340 caballos durante los primeros tests en banco. Iba a ir gestionado por una caja de cambios manual de seis velocidades que dejaría de lado la arquitectura 'transaxle' de ir montada sobre el eje trasero. La vanguardia en la técnica la ponía un chasis que iba a estar construido en su mayor parte en aluminio, del un modo parecido al que años después haría Audi con su 'Space Frame'.
Las líneas que se aprecian en la maqueta de las imágenes eran diseño de Ercole Spada, que en aquel entonces había trabajado recientemente en la segunda y tercera generación de los BMW Serie 7 y Serie 5 respectivamente, antes de volver al grupo Fiat. El objetivo a lograr era un coeficiente de arrastre por debajo de 0.31.
Cabe destacar que también existió un Alfa Romeo 12C, pero se trataba de un bólido de carreras de mediado de los años 30 destinado a combatir a las 'flechas plateadas' de Mercedes-Benz y que nunca se vendió al gran público como coche de calle.