Hay muchísismos productos cuyo precio relativo o en relación con los salarios, ha bajado.
Los coches son, en general, uno de ellos, más aún en las gamas altas.
Pero también los televisores y, en general, toda la electrónica e informática de consumo.
Recuerdo que, en 1975, cuando murió Franco, una tele Philips, en color, andaba por las 100.000 pesetas (600€) un Renault Siete por las 220.000 pesetas (1.200€) y un piso medio en Oviedo, menos de 1.000.000 de pesetas (unos 6.000€).
El salario bruto medio era de unas 250.000 pts./año.
Las cifras, hoy en día, y para los mismos artículos, serían unos 600€, 20.000€ (Renaut Megane) y unos 150.000€, para un salario bruto medio de unos 25.000€.
Es decir, en relación al salario bruto (los impuestos son mayores ahora que en 1975), la tele sale casi regalada, el coche cuesta más o menos lo mismo y el piso sale bastante más caro (no tanto, quizá, el esfuerzo financiero, pero eso es cosa de intereses y tiempo de amortización, que de aquella solían ser 6 o 7 años y ahora son 20 de promedio).