Ferrari cumple hoy 60 años en la Fórmula 1
El 21 de mayo de 1950 Alberto Ascari acabó segundo en el debut de un coche de Maranello en el Mundial.
En Turquía llegarán a las 800 carreras.
C. Miquel | 21/05/2010
El hijo de Antonio creció desde los siete años sin la figura de su padre, fallecido en el GP de Francia de 1925 en Montlehry. Pero algo le llevó a tener la fiebre de las carreras en sus venas, a subirse por primera vez en un Ferrari en 1940. En la Mille Miglia. Y a volver a competir después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, por la persuasión de su amigo Luigi Villoresi. Dos años después, el gran Alberto Ascari, ojito derecho del mejor piloto italiano de los años veinte, fichaba por la escudería de Enzo Ferrari. Y el 21 de mayo de 1950 hacía debutar un monoplaza de Maranello en Mónaco, la segunda prueba del incipiente Mundial de Fórmula 1 ("una competición con la más alta tecnología y los mejores pilotos", como decían los noticiarios de entonces).
Le acompañaron en el GP de Mónaco Villoresi, que abandonó por un problema de cambio y el francés Sommer, cuarto en la meta. La carrera la ganó Juan Manuel Fangio con su Alfa Romeo. Los Ferrari, ausentes en el arranque de la F-1 en Silverstone, tuvieron un año difícil con su modelo 125, bastante frágil. Pero las cosas cambiaron a partir de 1951. Ascari terminó segundo tras el Chueco. Y después ganó dos títulos consecutivos, en 1952 y 1953, que provocaron el delirio en Italia.
El gran Alberto falleció mientras se entrenaba en Monza en 1955 sobre un Ferrari de la clase Sport. Tenía 36 años, la misma edad a la que murió su padre, con idénticas victorias en grandes premios, trece, y el mismo dorsal en el coche, el 26. Fue la primera leyenda de un mito rosso que, en Turquía, cumplirá la friolera de 800 grandes premios.
Al volante de las criaturas de Maranello han sido campeones, al margen de su primera estrella italiana, Fangio (1956), Hawthorn (1958), Phil Hill (1961), Surtees (1964), Lauda (1975 y 1977), Scheckter (1979), Schumacher (2000 a 2004) y Raikkonen (2007). Massa lo acarició hace dos años. Y ahora Alonso lucha por devolver el Cavallino a lo más alto.
El 21 de mayo de 1950 Alberto Ascari acabó segundo en el debut de un coche de Maranello en el Mundial.
En Turquía llegarán a las 800 carreras.
C. Miquel | 21/05/2010
El hijo de Antonio creció desde los siete años sin la figura de su padre, fallecido en el GP de Francia de 1925 en Montlehry. Pero algo le llevó a tener la fiebre de las carreras en sus venas, a subirse por primera vez en un Ferrari en 1940. En la Mille Miglia. Y a volver a competir después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, por la persuasión de su amigo Luigi Villoresi. Dos años después, el gran Alberto Ascari, ojito derecho del mejor piloto italiano de los años veinte, fichaba por la escudería de Enzo Ferrari. Y el 21 de mayo de 1950 hacía debutar un monoplaza de Maranello en Mónaco, la segunda prueba del incipiente Mundial de Fórmula 1 ("una competición con la más alta tecnología y los mejores pilotos", como decían los noticiarios de entonces).
Le acompañaron en el GP de Mónaco Villoresi, que abandonó por un problema de cambio y el francés Sommer, cuarto en la meta. La carrera la ganó Juan Manuel Fangio con su Alfa Romeo. Los Ferrari, ausentes en el arranque de la F-1 en Silverstone, tuvieron un año difícil con su modelo 125, bastante frágil. Pero las cosas cambiaron a partir de 1951. Ascari terminó segundo tras el Chueco. Y después ganó dos títulos consecutivos, en 1952 y 1953, que provocaron el delirio en Italia.
El gran Alberto falleció mientras se entrenaba en Monza en 1955 sobre un Ferrari de la clase Sport. Tenía 36 años, la misma edad a la que murió su padre, con idénticas victorias en grandes premios, trece, y el mismo dorsal en el coche, el 26. Fue la primera leyenda de un mito rosso que, en Turquía, cumplirá la friolera de 800 grandes premios.
Al volante de las criaturas de Maranello han sido campeones, al margen de su primera estrella italiana, Fangio (1956), Hawthorn (1958), Phil Hill (1961), Surtees (1964), Lauda (1975 y 1977), Scheckter (1979), Schumacher (2000 a 2004) y Raikkonen (2007). Massa lo acarició hace dos años. Y ahora Alonso lucha por devolver el Cavallino a lo más alto.