Me he levantado del sofá y estoy en el ordenador por que he leído este hilo desde el móvil y creo que merece la pena coger un teclado y responder.
Con esto de la Navidad estoy un poco más sensible, la gente que tengo alrededor lo está pasando mal, sin ir muy lejos esta misma mañana, mi vecina del piso de abajo ha subido a decirme que se tiene que mudar por que no puede pagar el alquiler (tiene tres hijos), y quería despedirse.
Vengo a decir que hay que VIVIR, pasarlo bien sin incomodar a los demás, disfrutar cada día por que no sabes que es lo que te deparará el futuro.
Si el cuerpo te pide cambiar de coche y puedes, HAZLO, no te lo pienses. Si te equivocas, aprendes.
Pero desgraciadamente has tenido que gastar 5 horas de tu vida para darte cuenta por ti mismo que ibas a cometer un error. ¿Cambiar una cosa por otra que te gusta menos? ¿Sin tener obligación o necesidad? ¿Un objeto que utilizas de uvas a peras y además te gusta como está?
Un coche no es mejor o peor que otro en función a sus prestaciones o su precio, un coche es mejor o peor que otro en función de tus gustos personales.
¿De que te sirve cambiar un Brera por un Chevrolet Camaro si por muchos caballos que tenga el Chevrolet te gusta muchísimo menos?
No sé si me explico con claridad, no quiero dar la sensación de estar dando una lección o un sermón. Te hablo desde la mayor de las humildades.
Últimamente el coche es de lo poco que me da alegrías, y no son precisamente por un pique en un semáforo, un adelantamiento o unas curvas, si no más bien de cómo me hace sentir o lo que me recuerda los buenos tiempos y la esperanza de que vuelvan algún día. Cambiar de coche cambiaría todo eso.
¿Por qué quieres cambiar el Brera? ¿El Nissan o el Porsche son la respuesta a la pregunta anterior? ¿Si no son respuesta, puedes volver a formularte la pregunta e intentar responder?
Las necesidades nos las creamos, y en la mayoría de los casos ni siquiera son necesidades reales. Está bien permitirse algún impulso, algo irracional, me atrevería a decir que es incluso sano para el organismo, pero leo tu mensaje y pienso que necesitas justificar la locura, cuando sabes a ciencia cierta que es algo que no se puede hacer.
Mi opinión: Si puedes permitírtelo, no hagas caso al cerebro, busca un poco más abajo y actúa en consecuencia.
Si cambias algo, intenta asegurarte de que te vas a sentir más a gusto y cómodo con la decisión.
Un saludo y perdonad por la intensidad, la vida me está dando más lecciones de las que puedo asimilar con el tiempo del que dispongo.