¡Hola de nuevo!
Después de disfrutar unas semanas con el Giulia (enlace al post) me ha tocado cambiar a un Stelvio de 2018 con 210 CV unos meses, hasta que llegue el mío (Sprint de 190). Ya le habré metido unos 10 000 km, sobre todo de carretera y en general estoy muy contento.
Estas dos experiencias me han confirmado mi creencia de que si no necesitas un coche para circular por pistas, o ir al campo a menudo, donde esté una berlina (sobre todo como el Giulia) que se quiten los todocamino. Es verdad que tengo que decir que el Stelvio es de los SUV más cojonudos que he podido conducir, y que las sensaciones son muy similares a un coche convencional, pero aún así, el Giulia mostraba un aplomo y una conducción mucho más dinámica. Se notan mucho más las inercias, sobre todo al frenar, en un coche como el Stelvio. El problema es que necesito algo más de maletero y el Giulia no ha podido ser una opción.
A continuación lo que más me ha gustado y lo que menos del Stelvio:
PROS:
El diseño es espectacular. La verdad es que la línea es muy bonita lo mires por donde lo mires.
El motor es una virguería. Empuja de miedo, el coche está mejor insonorizado que el Giulia que conduje (también era una versión menos equipada y más antigua) y el consumo en carretera se puede contener en 6,5 l/100 km si no haces excesos. Lo malo es en ciudad, que no hay quien lo baje de 9, pero bueno, es lo que hay para un coche de sus dimensiones, prestaciones y peso. Eso sí, acostumbrado al Superb que hacía 1.000 - 1.200 km con un depósito, eso lo echo mucho de menos. Espero que el 190 CV que he elegido no me defraude después de acostumbrarme a este.
La transmisión en carretera es una gozada, es rápida, y muy eficiente. Todavía no he tirado mucho de las palas de cambio manual, pero desde luego son mucho más útiles que las que montan los DSG de VAG que son muy pequeñas y giran con el volante.
La posición de conducción es muy cómoda, los asientos agarran muy bien y, aunque son un poco calurosos, son muy cómodos.
Los modos de conducción son muy diferentes, mucho más radicales, obviamente que en el Skoda, y eso que este tenía suspensión variable, pero la respuesta del acelerador entre uno y otro modo es la noche y el día, me encanta. También me gusta el modo ECO con el modo "a vela" del motor, aunque quizá podía activarse también en el modo normal.
La pantalla central, que es muy completa. Creía que iba a echar de menos un salpicadero digital completo, como tenía el Skoda, pero me apaño muy bien con ella, da mucha información, incluso indicaciones de la ruta, aunque estés usando Android Auto (no así con Apple Car) cosa que no hacen ni el Skoda ni el Mazda.
CONTRAS
Lo que más echo de menos de otros coches es la autonomía. 55 litros, para el consumo que tiene no te permite hacer mucho más de 700 km y a mí se me queda muy corto. Igual que la autonomía de AdBlue, que es muy poca, creo que son unos 5000 km. Con el Skoda hacía 1000 o 1200 km con un depósito de Gasoil y 15000 con uno de AdBlue.
La transmisión, en maniobras de aparcamiento es demasiado brusca a veces, entre eso y los saltitos que da a veces la doble tracción cuando giras a tope lo hacen un poco torpe en espacios reducidos. También echo de menos saber en qué marcha voy cuando estás en modo automático. No es que haga falta, pero tampoco sobraba.
El limitador de velocidad, estoy acostumbrado a llevarlo puesto, para no entrar en zona de puntos y es un infierno. Primero que activarlo requiere mucho navegar por los menús, no tiene botón directo en volante y luego, que hace lo que quiere, unas veces si te retiene para no pasar de la velocidad y otras no, solo pita cuando te pasas. Lo que sí me gusta es que lo puedes llevar conectado junto con el control de crucero, que en los coches del Grupo VAG es o uno u otro.
La pantalla central, para lo que hay hoy en día se ha quedado un poco corta. En el nuevo modelo creo que los menús son mucho mejores, pero aún así, el tamaño es algo pequeño. Aunque la posición es buena y la definición también. Pero, por ejemplo, la cámara de marcha atrás podría ser algo mayor.
Tampoco he sido capaz de memorizar los teléfonos favoritos, pero por lo que he leído en el foro es un error de estos modelos.
La llave, que es monstruosa de tamaño. Ya sé que puede parecer una tontería, pero otras marcas tienen llaves mucho más cómodas de llevar en un bolsillo.
En general, la verdad es que es un cochazo, el Superb tenía unas dimensiones enormes, en cuanto a espacio en plazas traseras y maletero, pero la verdad es que con el Stelvio me apaño y es más fácil de aparcar que el otro.
Deseando estoy que me llegue el nuevo, que lo he pedido con techo solar y ADAS y que ya viene con otro software de pantalla y los servicios del Alfa Connect.
Bueno, si habéis llegado hasta aquí, todo un logro, espero no haberos aburrido . ¡Un saludo y buen verano!
Después de disfrutar unas semanas con el Giulia (enlace al post) me ha tocado cambiar a un Stelvio de 2018 con 210 CV unos meses, hasta que llegue el mío (Sprint de 190). Ya le habré metido unos 10 000 km, sobre todo de carretera y en general estoy muy contento.
Estas dos experiencias me han confirmado mi creencia de que si no necesitas un coche para circular por pistas, o ir al campo a menudo, donde esté una berlina (sobre todo como el Giulia) que se quiten los todocamino. Es verdad que tengo que decir que el Stelvio es de los SUV más cojonudos que he podido conducir, y que las sensaciones son muy similares a un coche convencional, pero aún así, el Giulia mostraba un aplomo y una conducción mucho más dinámica. Se notan mucho más las inercias, sobre todo al frenar, en un coche como el Stelvio. El problema es que necesito algo más de maletero y el Giulia no ha podido ser una opción.
A continuación lo que más me ha gustado y lo que menos del Stelvio:
PROS:
El diseño es espectacular. La verdad es que la línea es muy bonita lo mires por donde lo mires.
El motor es una virguería. Empuja de miedo, el coche está mejor insonorizado que el Giulia que conduje (también era una versión menos equipada y más antigua) y el consumo en carretera se puede contener en 6,5 l/100 km si no haces excesos. Lo malo es en ciudad, que no hay quien lo baje de 9, pero bueno, es lo que hay para un coche de sus dimensiones, prestaciones y peso. Eso sí, acostumbrado al Superb que hacía 1.000 - 1.200 km con un depósito, eso lo echo mucho de menos. Espero que el 190 CV que he elegido no me defraude después de acostumbrarme a este.
La transmisión en carretera es una gozada, es rápida, y muy eficiente. Todavía no he tirado mucho de las palas de cambio manual, pero desde luego son mucho más útiles que las que montan los DSG de VAG que son muy pequeñas y giran con el volante.
La posición de conducción es muy cómoda, los asientos agarran muy bien y, aunque son un poco calurosos, son muy cómodos.
Los modos de conducción son muy diferentes, mucho más radicales, obviamente que en el Skoda, y eso que este tenía suspensión variable, pero la respuesta del acelerador entre uno y otro modo es la noche y el día, me encanta. También me gusta el modo ECO con el modo "a vela" del motor, aunque quizá podía activarse también en el modo normal.
La pantalla central, que es muy completa. Creía que iba a echar de menos un salpicadero digital completo, como tenía el Skoda, pero me apaño muy bien con ella, da mucha información, incluso indicaciones de la ruta, aunque estés usando Android Auto (no así con Apple Car) cosa que no hacen ni el Skoda ni el Mazda.
CONTRAS
Lo que más echo de menos de otros coches es la autonomía. 55 litros, para el consumo que tiene no te permite hacer mucho más de 700 km y a mí se me queda muy corto. Igual que la autonomía de AdBlue, que es muy poca, creo que son unos 5000 km. Con el Skoda hacía 1000 o 1200 km con un depósito de Gasoil y 15000 con uno de AdBlue.
La transmisión, en maniobras de aparcamiento es demasiado brusca a veces, entre eso y los saltitos que da a veces la doble tracción cuando giras a tope lo hacen un poco torpe en espacios reducidos. También echo de menos saber en qué marcha voy cuando estás en modo automático. No es que haga falta, pero tampoco sobraba.
El limitador de velocidad, estoy acostumbrado a llevarlo puesto, para no entrar en zona de puntos y es un infierno. Primero que activarlo requiere mucho navegar por los menús, no tiene botón directo en volante y luego, que hace lo que quiere, unas veces si te retiene para no pasar de la velocidad y otras no, solo pita cuando te pasas. Lo que sí me gusta es que lo puedes llevar conectado junto con el control de crucero, que en los coches del Grupo VAG es o uno u otro.
La pantalla central, para lo que hay hoy en día se ha quedado un poco corta. En el nuevo modelo creo que los menús son mucho mejores, pero aún así, el tamaño es algo pequeño. Aunque la posición es buena y la definición también. Pero, por ejemplo, la cámara de marcha atrás podría ser algo mayor.
Tampoco he sido capaz de memorizar los teléfonos favoritos, pero por lo que he leído en el foro es un error de estos modelos.
La llave, que es monstruosa de tamaño. Ya sé que puede parecer una tontería, pero otras marcas tienen llaves mucho más cómodas de llevar en un bolsillo.
En general, la verdad es que es un cochazo, el Superb tenía unas dimensiones enormes, en cuanto a espacio en plazas traseras y maletero, pero la verdad es que con el Stelvio me apaño y es más fácil de aparcar que el otro.
Deseando estoy que me llegue el nuevo, que lo he pedido con techo solar y ADAS y que ya viene con otro software de pantalla y los servicios del Alfa Connect.
Bueno, si habéis llegado hasta aquí, todo un logro, espero no haberos aburrido . ¡Un saludo y buen verano!
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