
El problema actual es que ni siquiera puedes intentar encontrar el límite del coche en carretera (algo al alcance de muy pocos) porque te fríen a multas y te quedas sin puntos en un pispás.Si lo miras así, entonces de acuerdo.
Donde antes pasabas a 80 con la dirección perdiendo peso, corrigiendo y al tiempo que te agarrabas a lo que podías, ahora pasas a 85 (no sé si a 90) mucho más tranquilo. Y además, si te pasas, dentro de la física, ahora te corrige la electrónica y, antes, el pasto.
Y también es cierto que ahora, al menos con la Giulia, encuentras tu límite antes que el del coche, que parece que gira con tiralíneas y el problema es ajustar la trazada a esas velocidades. Y antes parecía que era al revés.
Pero, unas cosas con otras, en conducción turística más o menos dinámica (que es lo que yo conozco) no vas mucho más rápido ahora que antes. Por donde pasas ahora pasabas en 1995. Pero ahora, mucho más relajado.
Ahora bien, de ahí a "pasar miedo" en un Dacia nuevecito, o en un coche de 20 años, me parece que media un abismo. No aprecio diferencias demasiado significativas en comportamiento (en todo lo demás, sí) entre conducir un Córdoba del 93 (sabiendo que es un B muy morrón, no está en perfecto estado y tiene una dirección espantosa) un Auris del 2007 (sabiendo que hay que girar la dirección un cuarto más que en un coche moderno) o un Tipo de sustitución actual, por ejemplo y por citar coches que he conducido estos meses. E, insisto, un simple Fiat Uno del 91 hacía cosas que, a fecha de hoy sorprenden.
En cambio, sí la encontré entre un Panda actual y un 500e. Quizá los eléctricos, si se generalizan, con su mayor peso, centro de gravedad bajo y cortos voladizos alteren más significativamente la ecuación.
No es que los coches modernos sean aburridos, es que a 100 km/h es aburrido hasta un Ferrari F40.