Ayer por la mañana iba por Lalín, mi pueblo, por una calle céntrica. La verdad que hay bastantes turistas estos días teniendo en cuenta que es un pueblo de interior. No es un destino de primer orden para hacer turismo. De repente veo que un chico, con una cerveza en la mano y su cigarrillo en la otra, sale de la acera y pasa la línea de coches que estaban aparcados. Se me queda mirando mientras pasaba lentamente y asintiendo con la cabeza dando su aprobación.
Tengo amigos con BMW, Audi y Mercedes del mismo rango de precios que la Giulia y nunca me cuentan anécdotas de este tipo. Esta claro que lo poco que se vende lo hacen más especial aunque ojo, en mi pueblo con 10000 hab, ya somos tres