Valladolid capital está rodeado de corzos.
Me han saltado pasando con el coche y no se dieron con él de milagro.
Jabalíes hay, pero menos.
En las zonas rurales alejadas de la capital sí, donde llevamos lustros vaciados, cada vez hay más y normalmente es por el hecho que el animal acaba encontrando comida fácilmente, se acostumbra al trato con el hombre y no tiene depredadores, por lo que la caza es la única actividad que puede controlar las poblaciones excesivas.
Pero dado que el cómo, el dónde y el cuándo dependen de las administraciones y ya sabemos el ritmo que llevan, pues así estamos.
A primeros de este año, en un viaje al pueblo a última hora de la tarde, ya de noche, en la N-601, cuatro coches accidentados por alcances con jabalíes, media docena de cochinos muertos por la carretera, un sindios de piezas plásticas en la calzada, etc…
A las tres horas volvía de regreso y se acababan de llevar otro par de gorrinos otros dos coches, uno de ellos medio volcado en la cuneta.
Esto va a ir a más, dada la ineficaz respuesta de las administraciones para poner coto al problema.
Cazar se caza, pero para acabar con una sobre población de jabalíes o corzos, hacen falta batidas organizadas y numerosas.