Lo que ha hecho Fiat en los últimos lustros tiene su cara positiva (FCA, sanear cuentas saliendo prácticamente de la bancarrota, renovar imagen corporativa, respetar y potenciar marcas en un principio ajenas a su filosofía como JEEP, posicionarse como uno de los grandes grupos automovilísticos, etc,) pero también tiene su lado oscuro ( la muerte de Lancia, importantes pérdidas de cuota de mercado en muchos países, gama poco o nada coherente, retraso en la introducción de las demandas del mercado, léase SUVs y eléctricos, no haber cambiado la percepción del sempiterno sanbenito de la fiabilidad, etc.).
Amo los coches italianos, especialmente los Alfa Romeo, pero creo que todo buen padre debe detectar y reconducir los errores de sus hijos, no regodearse en lo bien que hacen una cosa.
Y todavía estoy esperando a ver cómo evoluciona en el futuro el grupo FCA, para comprobar que han sido los italianos los que han comprado o si ha sido al revés.