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Jeff Gordon regresa para sustituir a Dale Earnhardt Jr.

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 20 de julio de 2016

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Sé que no cubrimos la NASCAR Sprint Cup Series tan de cerca como deberíamos, pero esta noticia bien merece ser publicada en Diariomotor Competición. Apenas ocho meses después de su retirada Jeff Gordon regresará a la competición para disputar dos citas tan especiales de la categoría reina de la NASCAR como las de Indianápolis y Pocono. Y lo hará con un coche que no portará el dorsal 24, sino el 88 de Dale Earnhardt Jr.

Earnhardt Jr. está KO con síntomas de conmoción cerebral (por segunda vez en su carrera) y ya en New Hampshire el pasado fin de semana tuvo que ser sustituido por Alex Bowman. Y tal y como había dejado caer ya su equipo, Hendrick Motorsports, para las dos próximas citas será toda una leyenda de la competición y copropietario de la estructura como Jeff Gordon quien desempolve el casco y se ponga al volante de su Chevrolet.

Eso sí, la idea le pilló por sorpresa hasta al propio Gordon, quien se encontraba de vacaciones en Francia cuando Rick Hendrick le llamó para pedirle este favor. Jeff Gordon ha permanecido vinculado tanto al equipo como a la competición en general, siendo comentarista para la televisión norteamericana, pero pilotar es otra historia. Aún así Jimmie Johnson cree que puede ganar la Brickyard 400. ¿Simple cortesía?

Foto | Nascarmedia
 

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Brad Keselowski nos enseña la evolución de la seguridad en la NASCAR

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 27 de julio de 2016

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Si hace un par de décadas le preguntabas a un piloto de la NASCAR si podría sobrevivir a un choque completamente frontal contra un muro a más de 130 km/h con las medidas de seguridad de la época, tal vez la mayoría te hubieran tachado de loco. Ahora, un piloto es capaz de destrozar su vehículo contra las protecciones a la tarde y estar en casa para la hora de cenar, incluso si tienes el sentido del humor de Brad Keselowski, incluso te puedes permitir hacer bromas con la inevitable cancelación del encuentro con tus fans por Facebook.

Se puede decir que el piloto de Penske tuvo ayer a los ángeles de la guarda de su parte cuando tuvo un fuerte accidente en la curva 1 durante la primera jornada de test en Watkins Glen. Afortunadamente, ahora podemos hacer bromas y volver a sacar esa frase de que los pilotos de la NASCAR no saben girar a la derecha, sin embargo, y tal y como podemos ver en las imágenes OnBoard y en el estado siniestrado del Stock Car, Keselowski puede estar muy agradecido a las medidas de seguridad de la NASCAR. Ahora le queda al equipo investigar la razón que le dejó sin frenos a su Ford cuando estaba siendo el más rápido…

No sabemos si antaño, el robusto bloque V8 americano también hubiera salvado a los pilotos de hace unas décadas de sufrir como mínimo algunas lesiones, lo que está claro es que la evolución de la seguridad está salvando vidas.



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Brad Keselowski
@keselowski

I'm ok!
11:16 PM - 26 Jul 2016
 

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La NASCAR también sabe correr con lluvia extrema

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 14 de agosto de 2016

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Vale, el titular es trampa. La Sprint Cup, categoría reina, no compite con piso mojado. Pero las teloneras, como las Xfinity Series, sí. Y ésta nos brindó un nuevo ejemplo en Mid-Ohio este fin de semana, donde se compitió bajo una lluvia torrencial en las últimas vueltas. Aunque no seguimos el día a día de la NASCAR, las imágenes de esas moles moviéndose como un elefante sobre el hilo merecen ser difundidas.

Desde luego, hay muchos pilotos en este tipo de campeonatos que sólo saben girar a izquierdas, pero también se suman a este tipo de citas especialistas norteamericanos o extranjeros, como Nelsinho Piquet. Y el hecho de que incluso estos lo pasaran mal ayer en Mid Ohio deja bien claro lo complicado que es manejar un vehículo de 1.400 kilos, con tanta potencia en el eje trasero y esos neumáticos tan particulares que montan los stock cars.

Con un caos así servido en bandeja de plata no es de extrañar que el ganador fuera un treintañero sin palmarés pero especialista en ruteros, Justin Marks, sin que los tenores habituales de las Xfinity Series pudieran hacer gran cosa por evitarlo. Y diría que carreras así ayudarán a que la Sprint Cup se decida no sólo a explorar la posibilidad de competir con lluvia sino también a aumentar el número de pistas ruteras o incluir una de ellas en la Chase for the Cup. Eso sí, no ocurrirá mañana.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=KkkNz6bTdR0[/youtube]

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Dale Earnhardt; El Lado Oscuro de La Fuerza

Humberto Gutiérrez el 19 de agosto de 2016

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Más allá de cualquier metáfora que relacione el color negro con la maldad, lo siniestro y la derrota, porque así lo han planteado los universos de la literatura, las creencias, la cinematografía y los diversos medios de comunicación; la historia de Dale Earnhardt alcanzó la cima de la fascinación en Norteamérica porque, sin proponérselo, representó el papel de poderoso antagonista que pudo triunfar en la realidad. La empatía con el público llegó hasta límites inimaginables cuando, con su armadura negra, un venerado Chevrolet número 3, hizo posible la materialización de un sentimiento popular. Emocionalmente imperturbable, despiadado con sus rivales y hasta capaz de vencer a su propio hijo en las pistas; fueron algunas de las características que sedujeron a los fanáticos, no solo de la Nascar sino del deporte y de la cultura en general. Con Earnhardt, el público se volcó hacia “El Lado oscuro”.

Los imaginarios colectivos poseen innumerables referentes hacia aquello que se asocia con el Lado Oscuro, es decir la negación o el desacuerdo con lo considerado moralmente correcto o apegado a los modelos paradigmáticos de civilización. Desde los orígenes de la humanidad, los planteamientos parecen ser los mismos para conceder determinadas características a lo bueno y a lo malo, al final el resultado será el bien triunfando sobre el mal, aunque lo que se cree “malo” sea más interesante, atractivo o despierte mayor interés. Las diversas corrientes de pensamiento y los medios de comunicación se han valido de tal estereotipo, pero resulta incuestionable que muchos antagonistas se han elevado hasta eclipsar a los héroes y llegar a transformarse en auténticas figuras de culto.

Un ejemplo irrebatible en el cine es la mitología creada por George Lucas en Star Wars (1977), donde el personaje Darth Vader posee una riqueza de elementos que ha trascendido el mundo cinematográfico. Por casualidad, o tal vez por eso que nombran destino, Dale Earnhardt y su coche negro fueron asociados con el personaje de Lucas ya que el colectivo norteamericano trasladó muchas de sus referencias, y de muchos otros ámbitos, hacia el piloto y su máquina. Mientras Earnhardt corría, El Lado Oscuro era tangible, una incomprensible mezcla de sentimientos entraban en escena para el éxtasis de toda una sociedad.

Nacer para perder; vivir para ganar

Ralph Dale Earnhardt nació un 29 de abril de 1951, hijo de Ralph Lee Earnhardt, un famoso piloto campeón de la Nascar que ganó más de 350 carreras en su trayectoria. Como sucede en estos casos, las comparaciones son inevitables y se espera que el hijo supere al padre, pero en este caso, a pesar del interés que exhibía por correr, al joven Earnhardt nadie le auguraba un promisorio futuro ni como piloto ni en ningún ámbito profesional, así que a sus 15 años abandonó los estudios para dedicarse a la mecánica. En 1973, Ralph Lee Earnhardt sufrió un infarto fulminante, así que el joven Ralph Dale, para aquel entonces de 22 años y con dos hijos a cuestas, tuvo que arreglárselas como pudo para navegar por un asfixiante laberinto económico y familiar. Su pasión por los coches de carreras entraba en conflicto con sus responsabilidades como padre.

Por extraño que parezca, es el mismo año de la muerte de su padre que el joven Earnhardt comienza a experimentar drásticos cambios en su vida. El programa de stock car de la marca Dodge lo contrató como piloto porque vivía cerca del circuito Concord Speedway. En los días de prueba parecía otra persona, demostró una habilidad fantástica sobre el polvoriento trazado. En Dodge decidieron tenerlo presente en su programa de carreras por si acaso necesitaban un sustituto. En 1975 se le concede la oportunidad de debutar en la Nascar y se presenta a correr como Dale, en lugar de Ralph. En 1977 y hasta 1978, como piloto eventual, tiene esporádicas apariciones, una de ellas es recordada por correr un Chevrolet Nova, con el número 8, luciendo los colores que posteriormente le acompañarían por más de 20 años, el decorado característico de Goodwrech. Pero en ese tiempo apenas participó en ocho carreras, con un séptimo puesto como mejor resultado, así que a simple vista era otro más entre la multitud de soñadores que aspiraban establecerse en la categoría más competida de Estados Unidos. Necesitaba ganar por obligación, terminar las carreras y alcanzar puntos es algo que al parecer podían hacer todos.

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En 1979, a sus 28 años, pudo al fin correr una temporada completa, al volante de un coche amarillo, a veces Chevrolet, otras Buick, identificado con el número 2. El novato casi desconocido, y contra todo pronóstico, empezó a destacar porque se mantuvo a la estela de los grandes, fue la única alternativa en una categoría que aún era regida por los eternos Richard Petty, Cale Yarborough, Bobby Allison, Darrell Waltrip y David Pearson. Earnhardt ganó en Bristol y culminó el campeonato en el séptimo lugar. Alcanzó el título de Novato del Año. El ascenso de Earhardt a la cima de la Nascar fue fulgurante. Al año siguiente conquistó cinco victorias y en 19 ocasiones figuró entre los cinco primeros, tales credenciales fueron suficientes para lograr el título. El anhelo de aquel joven nacido en Carolina del Norte, hijo de un gran piloto, por el que nadie auguraba mayor éxito en las carreras, desafió todos los augurios pesimistas hasta proclamarse campeón.

El miedo es el camino hacia el lado oscuro; percibo mucho miedo en ti.

Sin embargo, llegar a la cima no es igual a mantenerse. La gloria y la reputación de Earhardt como monarca se tambaleó rápidamente porque no pudo defender su título como se esperaba. Ni siquiera ganó una carrera en 31 intentos. El heredero de la dinastía Earnhardt dejó muchas dudas entre los fanáticos y los críticos, mismas que se acentuarían para las temporadas de 1982 y de 1983, cuando corrió para el equipo de Bud Moore, al volante del Ford Thunderbird amarillo, número 15, patrocinado por Wrangler Jeans. Apenas tres victorias en esos dos años indicaban que el piloto llamado a establecer un nuevo legado había sido una estrella fugaz que sucumbía por la presión del entorno y de sus adversarios.

En 1984, Earnhardt se une al equipo de Richard Childress, quien tendría para él un Chevrolet Monte Carlo, con el número 3, color amarillo, patrocinado por la firma de pantalones. Ese año pudo ganar en dos ocasiones, al igual que en 1985, pero siempre muy lejos de decidir el título. A nivel comercial, Earnhardt era vendido ante los medios como un tipo duro, como analogía del producto que anunciaba, pero su imagen personal no proyectaba aquello que los publicistas pretendían imponer. El público no se identificaba con él a pesar de sus destacadas exhibiciones en pista.

Tras su período de derrotas y frustraciones, su agresividad se acentuó en las pistas hasta experimentar un cambio radical en su actitud para enfrentar las carreras. El contraste era notable con la imagen de la Nascar que simbolizaba Richard Petty, quien todavía se mantenía activo. Earnhardt pasó a ser la antítesis, era osado hasta la imprudencia, inescrupuloso, y no otorgaba concesiones en el plano deportivo; rasgos que le harían sumar fanáticos entre el público.

La temporada de 1986 significó el retorno de Earnhardt a la cima. Con cinco victorias y sólidas figuraciones entre los diez mejores alcanzó su segundo título en la categoría, el primero para el equipo Richard Childress Racing, pero, a diferencia de su anterior etapa como campeón, este nuevo título sí lo pudo defender de gran manera. En 1987 fue capaz de ganar hasta en once ocasiones, cuatro victorias consecutivas y cinco de las primeras siete. El estilo de Earnhardt, de presionar a los rivales sin considerar riesgos, al límite de lo permitido en las reglas, le hizo popular. Así se hizo imparable y repitió el título fácilmente, es en ese año cuando sus adversarios y diversos medios de comunicación coinciden en apodarlo “El Intimidador”.

Aquí, en la calle, en competencia, si alguien se te enfrenta es el enemigo; y el enemigo no merece piedad.

Es en la temporada de 1988 cuando entra en escena el patrocinador Goodwrench, servicio para coches General Motors, el cual llegó al equipo Richard Childress Racing y cambió el color, se efectúa una transición del amarillo al negro. La recepción del público fue tan absoluta como delirante, tanto que todavía la combinación se mantiene como un ícono comercial que genera dividendos, a pesar de que la unión entre patrocinador y equipo finalizó en 2005. Sencillamente, aquel coche negro, número tres, con Dale Earnhardt al volante personificaría a la seductora oscuridad socavando al carrusel multicolor.

El Coche era rival en cualquier circuito y circunstancia, los fanáticos aumentaron de manera significativa y los productos comerciales asociados al piloto llegarían a niveles nunca antes vistos. El número 3 sobre un fondo negro fue el más solicitado en todos los artículos coleccionables, franelas, juguetes, relojes, tarjetas, tazas; la publicidad y la venta de mercancía estaban en otra dimensión con el color negro que identificaba a todo lo relacionado con Richard Childress Racing, incluso la imagen del piloto era diferente, con un tono más amenazador, tanto dentro del coche como fuera de él.

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El título regresaría a las manos de Earnhardt en 1990, el cuarto de su carrera, pero el primero con el color negro, además se impuso en la edición de la Carrera de las Estrellas y en la Internacional Race of Champions (IROC). A nivel mediático, el Chevrolet Lumina se había convertido en objeto de culto, el símbolo de la ferocidad, la contra de lo benévolo que podía triunfar. Tan grande resultó todo aquello que la Nascar, a partir de esa temporada, relegó a la Indy y se erigió como el campeonato más popular de los Estados Unidos.

Earnhardt personificó la esencia de la Nascar, categoría que inició con los forajidos y desalmados contrabandistas retando a las autoridades en las carreteras durante la Ley Seca de 1928. En la moderna representación, el público se identificó con Earnhardt por su pilotaje sin concesiones, cual bandolero indetenible, detrás del volante de un coche V8 negro de aspecto maligno. En la cumbre de la popularidad, Earnhardt retuvo el título en 1991, su quinta Copa Winston, la consolidación de El Lado Oscuro como un símbolo capaz de mover masas en un ámbito diferente de la ficción.

Aunque en 1992 tuvo una temporada para el olvido, apenas ganó en una ocasión, en general resultó un año pésimo para Chevrolet. Pero cuando se temía por la llegada del inminente declive, para ese entonces Earnhardt tenía 41 años, y Richard Petty, el otro legendario de la serie, se retiraba a los 55, el Hombre de Negro pudo sobreponerse y regresar a la cima un año después. En 1993 ganó en seis ocasiones, alcanzó su sexta corona y también se impuso en la Carrera de las Estrellas. El piloto y su Chevrolet de nuevo concedía satisfacciones a todos aquellos que se identificaban con lo que representaba.

En 1994 conseguiría su séptima corona, para igualar a Richard Petty como los mayores ganadores de títulos, pero también sería el último año de la combinación Eanhardt-Chevrolet Lumina. Sin embargo, a pesar de tantos éxitos acumulados, al piloto se la había hecho esquivo imponerse en las 500 Millas de Daytona, la carrera de mayor importancia de todo el calendario. No fue hasta 1998, en su intento número 19 cuando pudo hacer realidad tal hazaña. El piloto y su coche negro todavía eran capaces de librar batallas ante una nueva generación de rivales, otro elemento que reafirmaba la empatía con su público.

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Aunque no pudo alcanzar otro campeonato posterior a 1994, llegó segundo tanto en 1995 como en el 2000, su legión de fanáticos siempre permaneció a su lado durante décadas; su popularidad nunca descendió a pesar del tiempo y las contadas victorias que pudo alcanzar, pero en cada una de ellas demostró que el fuego interno todavía se mantenía con vida. El anhelo de aquel muchacho al que le pronosticaron un fracaso en la vida seguía iluminando sus pasos pero no con la intensidad de antes, no obstante, con todo y los signos del poder destructor del tiempo, pudo darse el lujo de alcanzar un subcampeonato con su hijo Dale Eanhardt Jr. en pista, situación que enalteció su legado, porque más allá del nexo familiar era otro rival al que debía vencer y así lo hizo. Sin piedad.

El 18 de febrero de 2001, con 50 años de edad, 27 de ellos en la Nascar, en la última vuelta de las 500 Millas de Daytona, cuando corría en el grupo de cabeza, el destino quiso que abandonara este plano existencial haciendo lo que más quería. Su armadura negra se quebró tras un choque y el hombre se convirtió en mito. Quedó huérfana la generación signada por todo aquello que representaba cada triunfo de Dale Eanhardt. La victoria de los fracasados, el desconcierto de la naturaleza del juego, la anarquía que aparta y destruye toda adversidad, la insubordinación ante lo considerado correcto, la tormentosa cadencia que protesta, el motín de los incomprendidos, la redención de los despreciados. Cada triunfo de Eanhardt simbolizaba algo más ya que trascendía de dimensión.

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Un estadio dentro de un circuito

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 10 de septiembre de 2016

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Alguno me dirá que no es para tanto, que en el circuito de Le Mans también se puede uno encontrar el estadio MMArena. O incluso que como previa del pasado Gran Premio de Italia en la recta de Monza se montó un campo de fútbol para el partidillo entre pilotos y exfutbolistas organizado por Heineken. Pero aquí hablamos de otra cosa. Se trata de emplear las gradas de un óvalo de la NASCAR para montar un estadio para 150.000 espectadores.

Como no podía ser de otra manera esto se producirá en el coliseo de la NASCAR, Bristol Motor Speedway. El partido denominado como ‘Battle at Bristol’ se disputará este sábado 10 de septiembre y enfrentará a las universidades de Tennessee y Virginia Tech. Y como el fútbol americano y el deporte universitario son tan populares, el público ha respondido: habrá lleno y récord de asistencia para la NCAA. Eso sí, si ya nos quejamos de visibilidad cuando hay pistas de atletismo de por medio, no me quiero ni imaginar lo que ocurrirá allí.

Como curiosidad, no será el primer partido de fútbol americano que albergue Bristol, pues en 1961 ya montaron uno. Eso sí, en poco se le parecerá: aquella ocasión sólo reunión a unos 10.000 espectadores y el aspecto que presentaba el óvalo dista mucho de lo mucho que impone hoy en día. Además, tras veinte años de negociaciones para que esta idea cuajase han aprovechado el tirón y organizado un segundo partido para la semana que viene. Ese enfrentará al equipo local, East Tennessee, con Western Carolina. Todo muy sureño y espectacular como muestran los tres vídeos de la metamorfosis.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=R4l3AUdV774[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=G-rWl_1WSw8[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=wFMu4phVdbA[/youtube]​

Foto | Tennessee Football – Facebook
 

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La Nascar implementará nuevas reglas en 2017

Humberto Gutiérrez el 26 de octubre de 2016

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La directiva de la Nascar ha decidido limitar la participación de los pilotos de la Sprint Cup Series en las otras divisiones: Xfinity Series y Camping World Truck Series, para evitar la distorsión que los profesionales generan en las categorías de promoción. De allí que para 2017, aquellos pilotos con más de cinco años de experiencia en la división superior de la Nascar tendrán un tope de 10 participaciones en la Xfinity y 7 en la Camping, siendo excluidos de las ocho últimas carreras.

Jim Cassidy, vicepresidente de la Nascar, explicó que era necesario modificar las reglas de 2011, la cual estipulaba que los pilotos solo podrán elegir una división para sumar puntos, aunque tenían plena libertad para participar en todas. Sin embargo, casos como los de Kyle Busch y Kyle Larson, entre otros cuya prioridad es la Sprint Cup, han desvirtuado los otros campeonatos ya que, en lo que va de temporada, en 18 ocasiones de 30 carreras ha ganado un piloto de la serie superior, situación que perjudica a los auténticos aspirantes a los títulos.

Agregó Cassidy que también la nueva regla servirá para otorgar a cada categoría una identidad, misma que debería sustentar a las próximas generaciones de pilotos. Admitió que no se plantea la exclusión absoluta de los pilotos veteranos en las series menores porque sus incursiones permiten evaluar el talento de los jóvenes ya que la comparación es directa. También se consideró el hecho de que resulta muy atractivo para el público observar a profesionales y novatos exhibiendo sus destrezas mientras comparten la pista.

Los cambios en las reglas son el resultado de un acuerdo entre todos los que participamos de esta industria y por ello debemos otorgar importancia a las series donde se están formando las estrellas emergentes. Queremos observar juntos a los mejores profesionales y novatos de nuestro automovilismo, pero no tiene sentido que pilotos excluidos de puntuar resten protagonismo a quienes sí están habilitados para luchar por un título.

Vía | Autosport
 

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Jimmie Johnson entra en la leyenda de la NASCAR con su séptimo anillo

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 21 de noviembre de 2016

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Anoche en Homestead se hizo historia. En una carrera plaga de tensión y con cuatro aspirantes al título de gran calidad (Jimmie Johnson, Kyle Busch, Carl Edwards y Joey Logano), tres de ellos campeones, Jimmie Johnson se hizo con su séptimo título en NASCAR Sprint Cup Series e igualó a las dos mayores figuras de la historia de este campeonato, el ‘Rey’ Richard Petty y Dale Earnhardt padre.

El hecho tiene aún más mérito dado que Johnson no procede del sur de Estados Unidos (Petty y Earnhardt son Carolina del Norte, la cuna de la NASCAR; Johnson es californiano) y ha logrado estos siete anillos en diez años, un periodo de tiempo mucho más corto que los dos hombres con los que ahora comparte ese honor tan complicado de igualar. Pero es que además a Jimmie Johnson hay que reconocerle la capacidad de adaptación al nuevo formato de Chase for the Cup, que replica unos play-off y clasifica ronda a ronda a los ganadores de alguna carrera.

Conocido por su regularidad, en esta temporada de la NASCAR hemos podido ver en acción al Jimmie Johnson más clínico: dos victorias a principios de año (Atlanta y Fontana) le clasificaron para la Chase y a partir de ahí ganó las tres carreras que tenía que ganar (Charlotte, Martisnville y la final de Homestead) para pasar rondas y hacerse con el título. La guinda al pastel fue imponerse en la carrera definitiva tras salir último por haber realizado retoques en los reglajes de su coche justo antes de la prueba.

Eso sí, la carrera quedó marcada por una fea acción de Carl Edwards. En una resalida a diez vueltas del final y desde la primera fila, Edwards cerró a Joey Logano y terminó llevándose la peor parte al acabar contra el muro, debiendo disculparse apresuradamente para evitar una tángana al más puro estilo NASCAR. Con el coche tocado, Logano quedaba prácticamente descartado pese a mantenerse en segunda fila para la resalida, mientras que Kyle Busch se encontraba retrasado y Jimmie Johnson tenía pista libre al frente del pelotón. Y no falló.

Johnson batió a Kyle Larson en la lucha por ganar la carrera, Logano cruzaba meta cuarto y Busch protagonizaba una vana remontada hasta el sexto puesto, no pudiendo defender así su título de 2015. Esta carrera de Homestead supuso también la despedida de Tony Stewart de la competición, siendo finalmente 22º.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Q7qI4YaS9eo[/youtube]​

Foto | NASCAR Media
 

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La Nascar tiene nuevo patrocinador

Humberto Gutiérrez el 2 de diciembre de 2016

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El auge de las bebidas energéticas en los deportes a motor sigue en ascenso con el anuncio del acuerdo entre la Nascar y Monster Energy, así que hasta esta temporada se corrió como Sprint Cup Series. El pacto involucra derechos de exclusividad comercial y la potestad de cambiar el nombre al campeonato a partir de enero de 2017.

Según Mark Hall, jefe de marketing de la marca de bebidas, era el momento de apostar en grande ya que tienen más de una década patrocinando pilotos y equipos, así que una expansión lógica debería ser impulsar un campeonato y la Nascar es la categoría ideal para hacerlo ya que es popular en fanáticos de todas las edades.

Hemos estado en la Nascar por un tiempo, creo que nueve o diez años desde que patrocinamos a Robby Gordon. Comenzamos de una manera pequeña, aprendimos a hacerlo correctamente y luego trazamos nuestro camino. De patrocinador personal pasamos a patrocinador de un equipo, como en la MotoGP, ahora vamos más lejos con el acuerdo comercial con la Nascar. Estamos en el negocio de la diversión y aquí la gente viene a divertirse.

Vía | Racer
 

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Sergio Marchionne asomó el retorno de Dodge a la Nascar

Humberto Gutiérrez el 4 de diciembre de 2016

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El presidente del grupo Fiat Chrysler manifestó que entre sus planes está regresar a Dodge a la Nascar en los próximos años. Para ello informó que ya había conversado con Jim France, vicepresidente ejecutivo de la Nascar, durante la cena de gala que organizó Ferrari este sábado en la noche en el circuito de Daytona.

Marchionne decidió retirar a Dodge de la Nascar tras finalizar la temporada 2012, justamente cuando Brad Keselowski alcanzó el título con un Dodge Charger del equipo Penske. Explicó el italiano que el retiro obedeció a una estrategia para reorganizar la marca ya que en 2009 Chrysler estaba en medio de un proceso de bancarrota y un programa de competición, con el gasto que ello amerita, resultaba contraproducente.

En declaraciones de Sergio Marchionne:

Hablé con Jim France anoche. Fui yo quien sacó a Dodge, así que soy el culpable, pero creo que estamos en un lugar diferente. Ahora si es posible volver a la Nascar. Creo que necesitamos encontrar el camino correcto y regresaremos. Jim está de acuerdo y en breve nos volveremos a reunir.

Vía | Motorsport
 

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La NASCAR reveló el nuevo logo de su serie superior

Humberto Gutiérrez el 20 de diciembre de 2016

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El próximo 26 de febrero, cuando inicien las 500 Millas de Daytona, la popular categoría de stock car norteamericana estrenará un nuevo nombre ya que de ahora en adelante será conocida como Monster Energy NASCAR Cup Series. El logotipo incorpora elementos de otras cuatro marcas que han patrocinado la competición desde 1948, pero sin duda destaca una nueva identidad.

Hace algunas semanas se conoció sobre el millonario acuerdo entre una empresa de bebidas y uno de los deportes más seguidos por los norteamericanos. Jill Gregory, vicepresidente senior y director de marketing de NASCAR, indicó que el nuevo logo conserva las barras de colores que tradicionalmente reconocen a la serie desde 1976 porque consideran que también es importante preservar el patrimonio para mantener el legado.

Nuestra nuevo logo es moderno, intemporal y abarca la historia de nuestro deporte. Fue importante reconocer e implementar una nueva imagen. Nuestra meta era evolucionar la identidad visual para hacerla concisa, relevante y funcional, respetando y manteniendo las cualidades únicas de la marca original.

Vía | Speedcafe
 

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Toyota sorprende en Detroit con su nuevo Camry para la NASCAR

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 10 de enero de 2017

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No, la NASCAR no es un lugar donde veamos a las marcas presentar grandes novedades. Prácticamente desde los Guerreros Alados de los que habló recientemente mi compañero Humberto, los stock cars han tendido hacia una mayor estandarización, lo cual no ha evitado chistes como el de la película Cars y las pegatinas que su protagonista, Rayo McQueen, tenía por faros. Pero en los últimos años han buscado cambiar esa tendencia, primero con los preciosos coches de la Xfinity Series y luego dotando a las marcas de algo más de libertad en los frontales de los coches de la categoría reina.

Es en este marco en el que Toyota ha presentado con motivo del Salón de Detroit el nuevo Camry con el que competirá en la recién renombrada Monster Energy NASCAR Cup Series. No deja de ser un stock car, pero su frontal parece del siglo XXI. Y eso en una categoría tan tradicionalista como es la NASCAR es un enorme salto adelante. Por cierto, la versión de carreras se verá antes en acción que el Camry de serie, que no llegará a los concesionarios hasta dentro de unos meses.

Sin duda lo más curioso de esta historia es que en una categoría tan seguida por los medios estadounidenses como la NASCAR y con tantos equipos y suministradores involucrados Toyota haya logrado mantener el secreto hasta el día de la presentación: según publica AutoWeek los empleados de Toyota Racing Development se hartaron a firmar contratos de confidencialidad y Joe Gibbs Racing llegó a tintar las ventanas de sus instalaciones para preservar el secreto. Enhorabuena.

Foto | AutoWeek
 

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Carl Edwards deja la competición

Héctor Sagués el 10 de enero de 2017

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Carl Edwards dejará su asiento en Joe Gibbs Racing. El piloto de Missouri dejará el coche #19 y se retirará con efecto inmediato, en lo que ha acabado siendo una de las noticias inesperadas de cara a 2017. El equipo principal de Toyota en NASCAR no ha confirmado la exclusiva que ha lanzado FOX Sports, aunque dará explicaciones en una rueda de prensa que tendrá lugar mañana.

El nombre del sustituto de Edwards también estaría claro. Sería Daniel Suárez, vigente campéon de la Xfinity Series, que tendría una oportunidad de oro al subir directamente al equipo que le ha hecho debutar en la verdadera NASCAR, dónde llegó desde la serie mexicana. Irónicamente, más allá de las implicaciones políticas y mediáticas que pueda tener el ascenso de Suárez, el piloto de Monterrey relegaría de nuevo a Erik Jones, que estará en la Monster Energy NASCAR Cup Series en las filas de Furniture Row Racing, el segundo equipo de Toyota.

El piloto de Toyota dejaría el circuito NASCAR y su marcha se convertiría en la segunda retirada súbita del invierno 2016-17, tras la de Nico Rosberg. Edwards debutó en la Cup Series a mediados de 2004 y ha sumado 28 victorias, llegando en tres ocasiones con opciones al título en la carrera decisiva: perdió en 2008 ante Jimmie Johnson (a pesar de sumar nueve victorias, su tope personal), en 2011 ante Tony Stewart en el desempate y en 2016 sufrió un accidente a falta de 10 vueltas cuando estaba en posición de alzarse con el esquivo cetro.

No se va de vacío el ya ex piloto de Gibbs, ya que fue campeón de Xfinity en 2007, cuando pilotaba para Roush Racing. Pero el recuerdo mediático se mantendrá con los backflips que realizaba tras sus victorias, hecho que le dio cierto reconocimiento más allá de los circuitos.
 

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Adiós al SS, Chevrolet tendrá nuevo coche para la NASCAR Cup Series 2018

Humberto Gutiérrez el 10 de enero de 2017

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Chevrolet pondrá punto final a la producción del SS este año, lo que significa que presentarán un nuevo modelo para la temporada 2018 de la Monster Energy NASCAR Cup Series. En tal sentido, Jim Campbell, vicepresidente del departamento de Performance y Motorsport de Chevrolet, indicó que todavía no han pensando en el reemplazo del SS, pero seguramente en General Motors habrán observado con detalle la radical propuesta del Camry que presentó Toyota Racing recientemente.

El Chevrolet SS reemplazó al Impala SS y le tocó en suerte enfrentar al Ford Fusion y al Toyota Camry, entiéndase que más allá de carreras, la división superior de la NASCAR es sinónimo de ventas y prestigio en el mercado norteamericano. Pero, aunque el SS ha sido un modelo exitoso en la Serie, títulos de Jimmie Johnson en 2013 y 2016, y de Kevin Harvick en 2014, no lo fue en lo comercial, un caso similar al del moderno Dodge Charger. El SS es una berlina de lujo fabricada en Australia por Holden y su precio está por el orden de los 50.000 dólares, además de carecer de abolengo y eso que las siglas SS evoquen a Super Sport.

La exposición de Chevrolet en la NASCAR Cup Series es importante ya que cuenta con siete equipos, así que de seguro existirá mucha expectativa por conocer el sucesor del SS y de otros modelos populares de la marca como el Chevelle, el Monte Carlo y el Lumina, además de que el Camaro mantendrá presencia en la Xfinity Serie. Esperaremos a ver con qué nos sorprende Chevrolet.

En palabras de Jim Campbell:

Se sabía Chevrolet iba a descontinuar el SS este año. Esa información fue anunciada originalmente el verano pasado. Todavía no hablaremos de proyectos futuros ni haremos cualquier anuncio acerca de nuestra próximo modelo en la Serie, todo se hará en el momento apropiado.

Vía | nascar.com
 

Nicola Romeo

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Dale Earnhardt Jr. y Kasey Kahne comunican sus planes para la Xfinity Series

Humberto Gutiérrez el 15 de enero de 2017

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Tras implementarse nuevas medidas para esta temporada, en cuanto a limitar la participación de pilotos de la Energy Series en las otras divisiones de la NASCAR, los pilotos Dale Earnhardt Jr. y Kasey Kahne anunciaron que cada uno competirá en dos carreras de la Xfinity Series. Ambos pilotos se subirán al Chevrolet Camaro número 88 del equipo JR Motorsport, del cual Earnhardt Jr. es copropietario, junto a su hermana Kelley Earnhardt Miller y Rick Hendrick, quien también es dueño de Hendrick Motorsports.

Dale Earnhardt Jr.participará el 18 de agosto en la carrera pautada en el circuito Bristol Motor Speedway y el 8 de septiembre en el Richmond International Raceway, en tanto Kasey Kahne estará el 25 de febrero en el Daytona International Speedway y el 6 de mayo en el Talladega Superspeedway. Es de hacer notar que el coche número 88, asignado al equipo JR Motorsport, debutó en 2005 y ha participado a tiempo completo en la segunda división de la NASCAR hasta 2015, desde entonces se inscribe en algunas carreras.

Las nuevas reglas que entrarán en vigencia esta temporada, limita a 10 participaciones en la Xfinity Series a todos los pilotos con más de cinco años de experiencia en la división superior de la NASCAR, haciendo la salvedad que no podrán tomar la salida en las últimas cocho carreras del calendario.

Vía | Racer
 

Nicola Romeo

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La NASCAR implementará algunos cambios esta temporada

Humberto Gutiérrez el 17 de enero de 2017

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Además de estrenar nuevo patrocinador principal, la popular categoría de stock car norteamericana implementará varios cambios en la temporada que está por iniciar. En lo que respecta al aspecto técnico, neumáticos, alerón trasero y placa de restricción tendrán nuevas medidas, en tanto en el apartado de la seguridad habrá novedades en cuanto al equipo utilizado en boxes y a los accesorios en la cabina del piloto.

Entre los más relevantes destacan: el alerón trasero pasará de 3,5 pulgadas a 2,35, medidas que se utilizarán en todas las pistas a excepción de Daytona y Talladega. La escotilla del techo será obligatoria para poder correr en circuitos catalogados como Super Speedway. Cada coche deberá tener instalada una cámara, independientemente de haber sido seleccionado para generar imágenes para la transmisión de televisión.

En cuanto a los neumáticos, se reducirá el número de juegos disponibles para cada fin de semana, específicamente para las carreras de Phoenix, Fontana, Martinsville, Bristol, Kansas, Kentucky y Chicago. En tanto se permitirá un juego adicional para Talladega, Sonoma, Daytona, New Hampshire, Watkins Glen y Darlington. En Homestead, en lugar de doce juegos de neumáticos se permitirán diez. Además, los equipos de la Cup Series deberán comenzar la carrera con el juego de neumáticos con los que clasificaron. Esta última medida no afectará ni a la Xfinity ni a la Camping Truck Series.

También se informó que todos los pilotos de las tres series deberán llevar pulseras de la salud, para monitorear su condición física.

Vía | Motorsport Total
 

Nicola Romeo

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Richard Childress ingresará al Salón de la Fama de la NASCAR

Humberto Gutiérrez el 18 de enero de 2017

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El ex piloto de 71 años, propietario de Richard Childress Racing, será elevado al Salón de la Fama de la Nascar el próximo viernes, en un acto en el cual también ingresarán los ex pilotos Mark Martin y Benny Parsons; y los dueños de equipos Rick Hendrick y Raymond Parks. La historia de Childress es de lo más interesante ya que pasó de vendedor de palomitas de maíz en las gradas de un circuito a convertirse en piloto y posteriormente en propietario de una estructura que ha ganado 12 campeonatos y 214 carreras en las tres divisiones de la NASCAR.

Richard Childress ganó seis campeonatos junto a Dale Earnhardt, una leyenda de la categoría, quien que fue exaltado al Salón de la Fama cuando se inauguró el recinto. Childress fue inicialmente piloto de reemplazo y en 1971 se inscribió en la NASCAR como independiente, en 1976 registra el número 3 en su coche y posteriormente, en 1981, se retira como piloto activo. Aunque no ganó ninguna carrera, casi siempre estuvo en el top 10.

Justamente, cuando Childress decide retirarse como piloto es cuando llega Dale Earnhardt, el recién coronado campeón de la serie, a encargarse del coche número 3, para aquel entonces amarillo y azul. Lo que vino a continuación es parte de historia que consolidó a la NASCAR como la categoría más popular para el público norteamericano, aunque muy pocos imaginaron que aquel Pontiac Grand Prix de 1981 sería el punto de partida de una empresa que hoy cuenta con 500 empleados.

Puedo recordar los días en que tuvimos que sacar el combustible del coche de carreras para ponerlo en el remolque y poder llegar a casa. Mucha gente no entiende cómo fueron los primeros años 70. Estoy seguro que todos los involucrados están muy orgullosos. Empecé vendiendo cacahuetes y palomitas de maíz en el circuito Bowman-Grey, pero allí observé a mis héroes, Billy y Bobby Myers, Curtis Turner y Glen Wood, desde allí me decidí a ser un piloto de carreras.

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Vía | NASCAR
 

Nicola Romeo

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¿Busca NASCAR el futuro en los circuitos ruteros?

Héctor Sagués el 19 de enero de 2017

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La introducción de nuevos elementos es necesaria en una categoría como la Monster Energy NASCAR Cup Series. Con una afición que se tambalea entre el tedio y la indignación, unas audiencias más pobres y unos campeonatos en los que importa poco lo que se haga de febrero a noviembre, NASCAR sigue en busca de soluciones que den más visibilidad a sus campeonatos. Irónicamente, una de las posibles soluciones que está en el horizonte es la introducción de más road courses, alejándose de los imperantes óvalos.

Durante años se ha rumoreado la posibilidad de que NASCAR pudiera correr en un roval, esa mezcla entre circuitos ovales y ruteros que se utilizó en las extintas Rolex Sports Car Series y American Le Mans Series en la pasada década. Quizá inspirados por el road course de Daytona, sede de la célebre carrera de 24 horas, los responsables del Charlotte Motor Speedway decidieron probar suerte con un test que realizó A.J. Allmendinger, uno de los mejores pilotos de ruteros de la Cup Series. Se utilizó un desvío poco después de la recta de meta que luego se reintegraría en el óvalo y haría que la curva 1 se tomara más lentamente, con el resto del trazado oval intacto.

Se comenta que si el plan se acaba concretando, se podría implementar en la All-Star Race o en el segundo fin de semana de NASCAR en Charlotte, en pleno Chase. La introducción de un rutero en el Chase es una petición que tiene cierto apoyo por parte de los aficionados, que al menos buscan otro tipo de acción dentro de unas diferentes peleas por el título.

Vía Catchfence
 

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Disfruta de estos vídeos sobre las raíces de la NASCAR

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 21 de enero de 2017

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Aprovechando la gala de nombramiento de nuevos integrantes de su Salón de la Fama, la NASCAR nos ha hecho un bonito regalo en su canal de YouTube: tres breves vídeos con imágenes en color de cómo eran las carreras de ‘stock cars’ en los años cuarenta. Es decir, cómo eran esas carreras poco organizadas y plagadas de contrabandistas con mucho tiempo libre que supusieron el embrión de lo que hoy es una industria multimillonaria.

Los vídeos fueron grabados por uno de los nuevos integrantes del Salón de la Fama de la NASCAR, Raymond Parks, célebre por ser propietario del coche con el que Red Byron se convirtió en el primer campeón NASCAR de la historia. Y en una de las tres piezas se pueden ver imágenes de Bill France Sr. en su faceta de piloto.

Como se relata en un brillante documental emitido por La 2 hace unos meses y originalmente producido por HBO (“Born on the bottle”), France se dio rápidamente cuenta de que podía ganarse la vida mucho mejor poniendo de acuerdo a ese puñado de contrabandistas de alcohol y montando un campeonato serio que pilotando. Y por ello los citó a todos en el Hotel Streamline de Daytona en 1947. Ahí nació todo.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=wNXkd6LEyWU[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=pIGYPihISPk[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=R4z5tYPJTYA[/youtube]​
 

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Stewart-Haas presentó su nueva imagen para la NASCAR 2017

Humberto Gutiérrez el 21 de enero de 2017

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La estructura propiedad de Tony Stewart y de Gene Haas presentó oficialmente los coches que participarán en la Monster Energy NASCAR Cup Series y en la Xfinity Serie de esta temporada. Resalta su nueva asociación con Ford Performance ya que desde su fundación, en el año 2002, habían sido clientes Chevrolet. También que tendrán entre sus filas al coche insignia, el 41 de Kurt Busch, de la marca que patrocina a la división superior de la categoría.

En Estados Unidos, pasarse de Chevrolet a Ford, o viceversa, se considera casi un sacrilegio, pero en Stewart-Haas decidieron dejar atrás catorce años de fidelidad hacia General Motors, y hacia Hendrick Motorsports, para convertirse, a partir de este año, en el principal equipo Ford de la NASCAR, por tal razón tendrán la prioridad de los motores preparados por Roush Yates. Cuatro Ford Fusion competirán en la división superior, para Kevin Harvick, Danica Patrick, Clint Bowyer y Kurt Busch, en tanto en la Xfinity estarán presente con dos Mustangs, uno asignado a tiempo completo a Cole Custer y otro a tiempo parcial para Kevin Harvick.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=WqAz1HnUgD0[/youtube]​
 

Nicola Romeo

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NASCAR añade segmentos a las carreras y cambia su sistema de puntuación

Héctor Sagués el 24 de enero de 2017

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En un nuevo giro de los principios de la competición, NASCAR ha decidido cambiar más elementos para mejorar la acción en pista en 2017. La controvertida organización ha explicado en una rueda de prensa las principales modificaciones de cara a esta temporada. Las más destacadas incluyen la división de todas las carreras en tres segmentos (separados entre sí con periodos de caution), la introducción de puntos durante esos tres segmentos y un pequeño retoque al sistema de puntuación estándar una vez finalice la carrera. Los cambios de puntuación afectan a las tres categorías nacionales de NASCAR y provocan dos eliminaciones: la del polémico caution clock en la Truck Series y la del nombre “Chase” para hablar de la fase final de la temporada, que será conocida simplemente como “Playoff”.

Hasta ahora, el sistema de puntuación para las categorías nacionales de NASCAR era de 43 puntos para el ganador (40 por posición más tres por la victoria), 39 para el segundo clasificado, 38 para el tercero… y así sucesivamente, de uno en uno hasta un solo punto para el 40º. Pero también incluían el punto extra por liderar una vuelta y el punto por liderar el mayor número de vueltas. Esos puntos de liderato desaparecen bajo esta modificación. Ahora, a final de carrera, el ganador se llevará 40 puntos, seguidos de los 35 del segundo, los 34 del tercero… y así hasta los 2 puntos del 35º. Solo habrá 1 punto de premio para aquellos que queden entre el 36º y el 40º lugar.

La introducción de tres segmentos dará puntos añadidos a los diez primeros clasificados en las dos primeras partes, con el orden de 10-9-8-7-6-5-4-3-2-1. El ganador del segmento 1 o 2 también se llevará 1 punto de playoff, que acumulará en todas las rondas del mismo (y no en la primera como hasta ahora). El ganador de la carrera también tendrá premio extra, ya que se llevará los 40 puntos de la victoria, el pase automático al playoff por el título y 5 puntos más para la misma fase final. Otro añadido es el nuevo sistema para premiar al campeón de la temporada regular, que se llevará 15 puntos más para el playoff. Los premiados volverán a ser los del top 10, con un 15-10-8-7-6-5-4-3-2-1 como base.

Para que no nos perdamos en nuestras diatribas, pongamos un ejemplo: un piloto puede obtener un máximo de 60 puntos por carrera con este sistema, 40 por la victoria y 20 de los dos segmentos. Sin victoria y sin pase al playoff automático, serían 55 los puntos a sumar. Esos 55 puntos se suman al total de la temporada regular de cada piloto, que se reactiva hasta los 2000 puntos en caso de que el piloto llegue al playoff.

En cuanto a su importancia para luchar por el título, un piloto que obtuviese cuatro victorias en la temporada regular se llevaría 20 puntos de playoff. Podemos añadir el hecho de que gane 10 segmentos, sin importar la carrera en la que lo consiga: 10 puntos más, un total de 30. Si además de todo eso es el mejor de la temporada regular se lleva otros 15 puntos, sumando 45. Ese piloto guardaría esos 45 puntos para todas las tres rondas de playoff y podría comenzar todas las rondas con esos 45 puntos de más, en lugar de solo en la primera, sin contar las posibles ganancias posteriores que se suman (si gana otra carrera serían 5 puntos más, un total de 50).

Otros cambios incluyen la posible suspensión de una carrera en caso de lluvia al acabar el segundo segmento y la determinación de los dos primeros segmentos en la primera mitad de carrera (aunque sin concretar aún en qué momento en concreto, no tienen por qué ser las vueltas 50 y 100 dentro de una carrera de 200). No se toca el acceso al playoff, con las victorias como punto clave y los puntos de la temporada regular como segunda opción para formar la parrilla decisiva de 16 pilotos. Tampoco se cambian las opciones de obtener el campeonato en Homestead-Miami, ya que no se activará ningún proceso de puntuación añadida para que el mejor de los cuatro que peleen en Miami gane el título. Para más información sobre estos cambios y sus efectos, os dejamos este vídeo y este artículo de la web oficial de NASCAR.
 
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