
Después de unos meses con un Alfa Romeo Stelvio 210 Exclusive de 2018 por fin estoy disfrutando del nuevo: un 190 Sprint con techo solar y ADAS. Tras los primeros kilómetros os cuento mis impresiones y las diferencias que veo entre los dos. Ojo, que va un tocho 
Motor
Aunque todavía no le he dado tiempo a que se asiente, la diferencia de potencia se percibe, aunque no es enorme. Si la vida que le vas a dar al coche es en carretera nacional creo que merece la pena ir al motor de 210. Si va a ser fundamentalmente en autovía y ciudad, el 190 se desenvuelve perfectamente bien. Tampoco es que pueda decir que el 190 no adelanta bien en carretera, pero esos 20 CV más del anterior es cuando más se notaban y te permitían unas décimas menos en esas situaciones.
En cuanto a consumos, aunque quizá es demasiado pronto, no se nota mucha diferencia. Espero que, con el paso del tiempo, pueda notar algo de ventaja, pero tras los primeros repostajes está en valores muy parecidos a los que conseguía con el otro; por debajo de 7 en viajes tranquilos y por encima de 8 si te animas o en ciudad. Es verdad que el tener llantas mayores le penaliza, de todas maneras, veré después de algún repostaje más.
Conducción
Aquí no he notado ningún cambio, aparte del motor. Delicioso de conducir en curvas, preciso en carretera y torpón aparcando, igual que el otro. Algo más suave quizá la transmisión cuando haces maniobras, que el antiguo daba unos brincos no sé si porque tenía ya más kilómetros o porque tenía una versión de software más antigua.
Lo que tenía ilusión en probar era el sistema de conducción automática. Ya sé que a muchos esto les parece un sacrilegio, pero cuando conduces por autovía y tienes que atender llamadas es muy cómodo tener esa pequeña ayuda que te gestiona todo. O en atascos, que te permite no estar tan pendiente.
Pues bien, tengo que decir que, tras probarlo en un par de viajes y atascos, es bastante deficiente. El sistema que tenía en mi anterior Škoda, el común en cualquier VAG -imagino-, era mucho mejor. Primero te asumía el control a cualquier velocidad (el de Alfa a 145 km/h dice adiós). Segundo, se conectaba en cualquier tipo de carretera que tuviera bien pintadas las líneas, mientras que el de Alfa o es una autopista que él tenga reconocida como válida o no coje el mando. Circulando por una autovía en Soria, perfectamente pintada y sin curvas de importancia, el ADAS no se ponía en verde… Igualmente, la manera de guiar el vehículo es algo más imprecisa y el asistente de atascos si estás en una autopista te dice que no reconoce las líneas y no he acabado de poder probarlo bien. Total, una decepción. Lo único bueno es el volante capacitivo, que el Skoda era por presión sobre el volante y era más incómodo hacerle saber que estabas a los mandos.
Parece que la actualización 2023 traerá faros matriciales de led, ya era hora. Es algo que aporta mucho cuando se conduce de noche, aunque imagino que los xenón adaptativos iluminarán muy bien, pero todavía no he tenido tiempo de probarlos en carretera.
Interior
En el interior se notan cambios importantes, el principal la sensación de calidad. No hay grillos, ni malos ajustes y los materiales y tacto de los mandos son mucho mejores. La pantalla ha mejorado mucho. Quizá no noto una mejoría en cuanto a insonorización, puede que por tener el techo solar. Pero la diferencia sería tan sutil que no me atrevo a decirlo con contundencia.
A peor: el cajón bajo el reposabrazos ha perdido capacidad, porque le han puesto un conector de mechero que veo innecesario y por el cargador inalámbrico. Eso lo vería bien si todo ello viniera acompañado de un AppleCar o AndroidAuto sin cables, porque si no, el cargador pierde un poco el sentido y es una pena que en 2022 un coche no traiga esta característica, común desde hace un año o dos en coches generalistas.
También me da la sensación de que el motorcillo que gestiona el cambio automático se oye más que antes ¿es posible?
Lo asientos del anterior creo que eran los deportivos, porque he notado que los de ahora no se pueden bajar tanto como los otros y agarran un poco menos. Aun así, muy cómodos, pena que no sean de ajuste eléctrico. No sé por qué pero creía que el Sprint los traía de serie, pero parece que no, o al menos ahora ya no.
La interfaz de la pantalla ha mejorado mucho, aunque ya se me ha colgado varias veces y ayer perdió todas las memorias de las emisoras… ¿? Además, aunque personalices la disposición de los widgets, esta se pierde al apagar el motor. Y otra cosa que me molesta es que al arrancar se conecta automáticamente la música del móvil por Bluetooth, aunque la última fuente seleccionada fuera la radio. Es cierto que esto no sé si es problema del coche o del iPhone pero es un poco molesto.
Tampoco me parece que vaya fino el climatizador, que en el Alfa anterior nunca tuve sensaciones raras. Tendré que probarlo mejor.
Exterior
En el exterior he ganado por las llantas, antes más pequeñas, y por el color. Aunque esto último obviamente es muy subjetivo, el “blanco perla luna” me ha entusiasmado -y eso que lo elegí sin ver uno antes-. Al tener esos matices irisados depende de cómo le dé la luz parece, unas veces blanco, otras plateado. A mí me parece que le da un toque más exclusivo que tonos más planos. El contraste con el techo solar también le aporta un punto que no se nota tanto en colores más oscuros.
Servicios conectados
También he activado el paquete de servicios conectados que Alfa da durante tres años. Al igual que el ADAS le falta mucho para llegar a lo que las marcas generalistas ya ofrecen. Puedes abrir y cerrar las puertas o encender las luces desde el móvil. Puedes ver un sencillo informe de estado y la localización. Algo útil es que puedes enviar destinos desde la aplicación al coche y se cargan directamente en el navegador. Pero en la app de Skoda podías ver estado de puertas y ventanillas, muy útil cuando te viene la sensación de haberte dejado el coche abierto. También te hacía un gráfico de consumo y velocidad de cada viaje… nada de eso lo hace la app de Alfa, dejaremos que lo vayan madurando, a ver si crece.
Por resumir, pese a algunas pegas, estoy encantado con el coche, me encanta verlo aparcado y disfruto cuando conduzco con él. Alguna cosa he perdido con respecto al otro, también he ganado muchas otras. Iré actualizando si se me ocurre algo que se me haya escapado en este tocho que os acabo de soltar.
Motor
Aunque todavía no le he dado tiempo a que se asiente, la diferencia de potencia se percibe, aunque no es enorme. Si la vida que le vas a dar al coche es en carretera nacional creo que merece la pena ir al motor de 210. Si va a ser fundamentalmente en autovía y ciudad, el 190 se desenvuelve perfectamente bien. Tampoco es que pueda decir que el 190 no adelanta bien en carretera, pero esos 20 CV más del anterior es cuando más se notaban y te permitían unas décimas menos en esas situaciones.
En cuanto a consumos, aunque quizá es demasiado pronto, no se nota mucha diferencia. Espero que, con el paso del tiempo, pueda notar algo de ventaja, pero tras los primeros repostajes está en valores muy parecidos a los que conseguía con el otro; por debajo de 7 en viajes tranquilos y por encima de 8 si te animas o en ciudad. Es verdad que el tener llantas mayores le penaliza, de todas maneras, veré después de algún repostaje más.
Conducción
Aquí no he notado ningún cambio, aparte del motor. Delicioso de conducir en curvas, preciso en carretera y torpón aparcando, igual que el otro. Algo más suave quizá la transmisión cuando haces maniobras, que el antiguo daba unos brincos no sé si porque tenía ya más kilómetros o porque tenía una versión de software más antigua.
Lo que tenía ilusión en probar era el sistema de conducción automática. Ya sé que a muchos esto les parece un sacrilegio, pero cuando conduces por autovía y tienes que atender llamadas es muy cómodo tener esa pequeña ayuda que te gestiona todo. O en atascos, que te permite no estar tan pendiente.
Pues bien, tengo que decir que, tras probarlo en un par de viajes y atascos, es bastante deficiente. El sistema que tenía en mi anterior Škoda, el común en cualquier VAG -imagino-, era mucho mejor. Primero te asumía el control a cualquier velocidad (el de Alfa a 145 km/h dice adiós). Segundo, se conectaba en cualquier tipo de carretera que tuviera bien pintadas las líneas, mientras que el de Alfa o es una autopista que él tenga reconocida como válida o no coje el mando. Circulando por una autovía en Soria, perfectamente pintada y sin curvas de importancia, el ADAS no se ponía en verde… Igualmente, la manera de guiar el vehículo es algo más imprecisa y el asistente de atascos si estás en una autopista te dice que no reconoce las líneas y no he acabado de poder probarlo bien. Total, una decepción. Lo único bueno es el volante capacitivo, que el Skoda era por presión sobre el volante y era más incómodo hacerle saber que estabas a los mandos.
Parece que la actualización 2023 traerá faros matriciales de led, ya era hora. Es algo que aporta mucho cuando se conduce de noche, aunque imagino que los xenón adaptativos iluminarán muy bien, pero todavía no he tenido tiempo de probarlos en carretera.
Interior
En el interior se notan cambios importantes, el principal la sensación de calidad. No hay grillos, ni malos ajustes y los materiales y tacto de los mandos son mucho mejores. La pantalla ha mejorado mucho. Quizá no noto una mejoría en cuanto a insonorización, puede que por tener el techo solar. Pero la diferencia sería tan sutil que no me atrevo a decirlo con contundencia.
A peor: el cajón bajo el reposabrazos ha perdido capacidad, porque le han puesto un conector de mechero que veo innecesario y por el cargador inalámbrico. Eso lo vería bien si todo ello viniera acompañado de un AppleCar o AndroidAuto sin cables, porque si no, el cargador pierde un poco el sentido y es una pena que en 2022 un coche no traiga esta característica, común desde hace un año o dos en coches generalistas.
También me da la sensación de que el motorcillo que gestiona el cambio automático se oye más que antes ¿es posible?
Lo asientos del anterior creo que eran los deportivos, porque he notado que los de ahora no se pueden bajar tanto como los otros y agarran un poco menos. Aun así, muy cómodos, pena que no sean de ajuste eléctrico. No sé por qué pero creía que el Sprint los traía de serie, pero parece que no, o al menos ahora ya no.
La interfaz de la pantalla ha mejorado mucho, aunque ya se me ha colgado varias veces y ayer perdió todas las memorias de las emisoras… ¿? Además, aunque personalices la disposición de los widgets, esta se pierde al apagar el motor. Y otra cosa que me molesta es que al arrancar se conecta automáticamente la música del móvil por Bluetooth, aunque la última fuente seleccionada fuera la radio. Es cierto que esto no sé si es problema del coche o del iPhone pero es un poco molesto.
Tampoco me parece que vaya fino el climatizador, que en el Alfa anterior nunca tuve sensaciones raras. Tendré que probarlo mejor.
Exterior
En el exterior he ganado por las llantas, antes más pequeñas, y por el color. Aunque esto último obviamente es muy subjetivo, el “blanco perla luna” me ha entusiasmado -y eso que lo elegí sin ver uno antes-. Al tener esos matices irisados depende de cómo le dé la luz parece, unas veces blanco, otras plateado. A mí me parece que le da un toque más exclusivo que tonos más planos. El contraste con el techo solar también le aporta un punto que no se nota tanto en colores más oscuros.
Servicios conectados
También he activado el paquete de servicios conectados que Alfa da durante tres años. Al igual que el ADAS le falta mucho para llegar a lo que las marcas generalistas ya ofrecen. Puedes abrir y cerrar las puertas o encender las luces desde el móvil. Puedes ver un sencillo informe de estado y la localización. Algo útil es que puedes enviar destinos desde la aplicación al coche y se cargan directamente en el navegador. Pero en la app de Skoda podías ver estado de puertas y ventanillas, muy útil cuando te viene la sensación de haberte dejado el coche abierto. También te hacía un gráfico de consumo y velocidad de cada viaje… nada de eso lo hace la app de Alfa, dejaremos que lo vayan madurando, a ver si crece.
Por resumir, pese a algunas pegas, estoy encantado con el coche, me encanta verlo aparcado y disfruto cuando conduzco con él. Alguna cosa he perdido con respecto al otro, también he ganado muchas otras. Iré actualizando si se me ocurre algo que se me haya escapado en este tocho que os acabo de soltar.

