GP Australia 2017

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Mercedes AMG y Lewis Hamilton muestran sus carencias cuando la presión viene de fuera

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 26 de Marzo de 2017

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Cedió a la presión y lo poco que pudo sacar en positivo de este primer fin de semana del año es su segunda posición y el haber superado las 3.000 vueltas liderando un Gran Premio. El británico ya empieza a mirar hacia la cima de una clasificación en la que el record lo sigue teniendo Michael Schumacher, con 2.000 vueltas lideradas más. Sin embargo, el sabor de boca con el que se va el piloto de Mercedes AMG de Melbourne está claro que es más amargo que dulce.

Hamilton afrontaba el primer Gran Premio de la temporada 2017 mirando al otro lado del box de la firma de la estrella. Allí ya no estaba Nico Rosberg, su máximo rival durante los últimos años. En su lugar estaba Valtteri Bottas, un piloto de garantías que muchos se han empeñado en sacar de la ecuación a pesar de contar con el mismo material que el tricampeón. Las miradas en su lugar se dirigían hacia el box de al lado, el de Ferrari, donde Sebastian Vettel empezaba a ganar enteros como gran rival después de haber completado una gran pretemporada.

El alemán plantaba cara ayer durante la clasificación y daba el primer aviso. La salida atraía toda la atención. Punto débil de Lewis Hamilton durante 2016, el british realizaba un sólido arranque y no daba opción a ser atacado en las primeras vueltas. Sin embargo, Vettel no se despegaba y esto empezaba a incomodar al de Mercedes, el cual veía graves problemas con sus gomas y predecía una degradación rápida de las mismas. Incluso temía perder su posición en pista, posiblemente con la llegada de los primeros doblados, algo que sucedía relativamente temprano ya que el grupo había quedado muy fragmentado. Era normal, hacía mucho tiempo que no veía en sus retrovisores esa mancha roja amenazante.

Mercedes, lejos de tranquilizar a su piloto ha caído en su espiral de nerviosismo y lo llamado a boxes sin ni siquiera mirar en el tracking la predicción en la que iba a salir tras la parada. En parte se han visto sorprendidos por lo bien que le han funcionado a Vettel y Ferrari los neumáticos, y especialmente las vueltas que le han permitido hacer con un ritmo muy competitivo. Sebastian exprimía el SF-70H y a pesar de que Hamilton tenía goma fresca las distancias se han mantenido estables, recortando el piloto de Mercedes pero sin ser de forma alarmante para el de Maranello.

Verstappen hacía su trabajo, mantenía su posición y realizaba tapón a un Lewis que mataba sus nuevos neumáticos intentado desesperadamente librarse de él. En el momento en que finalmente Red Bull decidía llamar al holandés, Hamilton se encontraba con que no tenía posibilidad de responder a Vettel. En Mercedes mostraban su descontento ante el cúmulo de errores que les ha hecho perder esta primera carrera de 2017, sin embargo, no cunde el pánico, siguen teniendo ventaja y lo de Australia puede considerarse únicamente como un ‘accidente’. Esperemos que no se repita.
 

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Es una pena Alonso se mereció el podio


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Es facil que el Astur sea merecedor de podium, en practicamente todos los GP en los compita. Peeeeeero, si el resto de componentes que influyen en los resultados de un piloto no están a la altura, tontería tiene en seguir esforzándose continuamente para nada.



Que la estrategia no tape el ritmo. Crónica del GP de Australia 2017

Eloy Entrambasaguas ( @eloy_eg ) el 26 de Marzo de 2017

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El silenzio stampa de Ferrari y los buenos tiempos en pretemporada hacían presagiar una mayor igualdad en lo más alto del Mundial de Fórmula 1. La gran pole de Lewis Hamilton nos hizo dudar. Pero lo visto este domingo en Albert Park deja claro que los hombres de Maranello están como para luchar de tú a tú con Mercedes. Se ganó por estrategia, sí, pero porque el ritmo mostrado por Sebastian Vettel llevó al límite a Mercedes.

La salida fue limpia y se mantuvieron las posiciones al menos en lo que respectaba a los cinco primeros. Pero la clara diferencia con años anteriores fue ver que Lewis Hamilton no logró irse con facilidad de Sebastian Vettel. Los cínicos opinaban que se trataba de un juego. Pero quien jugó fue Vettel, permitiéndose el lujo de alejarse un par de segundos cuando quiso conservar neumáticos y volverse a pegar cuando el británico se quejó del exceso de temperatura en sus gomas.

Al parecer la decisión fue de Lewis Hamilton, que no podía dar crédito cuando tras parar su equipo le anunció que de cara a conservar el liderato era imperativo adelantar a Max Verstappen en pista. Lo que ya sonaba terrorífico en 2016 se convirtió en imposible unos meses más tarde. Albert Park no es un circuito en el que sea fácil adelantar, pero con estos coches más anchos y de mayor carga aerodinámica, aún menos. Ferrari clavó el momento en el que Sebastian Vettel debía parar y tras seis vueltas de pista libre salió justo por delante de su improvisado aliado, Max Verstappen. Game over para Mercedes y fiesta en Maranello.

A Valtteri Bottas y Kimi Räikkönen habrá que juzgarles más adelante. En su primera carrera como piloto de Mercedes el finlandés se limitó a cumplir. Apretó a Vettel en la salida y tuvo su opción de acercarse a Hamilton. Pero de Kimi poco se puede decir. No estuvo cómodo en la primera parte de carrera y sólo cuando montó el compuesto blando su ritmo fue comparable y hasta superior al de los hombres que tenía delante. Claro que para entonces el pastel ya estaba repartido.

Por ahora Red Bull no está. Max Verstappen influyó en el resultado final, pero nunca pudo optar a nada más que el quinto puesto final al tiempo que su compañero Daniel Ricciardo completaba un fin de semana horrible con dos problemas de fiabilidad independientes. También Williams tuvo un coche en puntos y otro fuera de carrera. Felipe Massa obtuvo su mejor resultado en 15 carreras al finalizar sexto, mientras que Lance Stroll tuvo un debut de pesadilla: plano en la salida, cambio de neumáticos adelantado y problemas de frenos con excursión incluida.

Entre ellos podía haber estado Haas, como hace doce meses, pero la fiabilidad se cebó con el equipo estadounidense, que no vio meta con ninguno de sus coches. El motor dejó fuera de carrera a Romain Grosjean cuando rodaba séptimo y Kevin Magnussen se complicó la vida al comerse el piano de la curva 3 en la primera vuelta e impactar con Marcus Ericsson. Un pinchazo le retrasó y de todos modos tuvo que abandonar a pocas vueltas del final con problemas de suspensión.

Un escalón por debajo pero a un nivel similar se mostraron Toro Rosso y Force India. Y casi se puede decir que la experiencia fue un grado. Sergio Pérez mostró el mejor ritmo de carrera de los cuatro y fue de los pocos hombres capaces de adelantar en pista, con una bonita maniobra por el exterior a Carlos Sainz. Luego al madrileño le tocó ceder posición a Daniil Kvyat, que alargó muchísimo su parada (muestra de que los ultrablandos se quedan cortos), intercambiándose de nuevo posiciones los Toro Rosso a poco del final.

Esteban Ocon por su parte fue el mejor de los menos expertos (ya que no es un debutante al uso…) y limó las grandes diferencias con Pérez mostradas el sábado. Al francés le tocó lidiar con Fernando Alonso y finalmente vio su oportunidad cuando la suspensión del McLaren dijo basta. Aún así, dadas las circunstancias, hay que destacar el debut de Antonio Giovinazzi, 12º tras no rodar más que en una sesión de entrenamientos libres.

¿Y McLaren? Mejor de lo esperado desde luego. Pero todavía insuficiente. Al final los dos coches sufrieron problemas de fiabilidad, aunque no estuvieran directamente relacionados con el motor: Stoffel Vandoorne se quedó muy pronto sin información en el tablero electrónico de su volante y Fernando Alonso terminó abandonando con una avería en la suspensión. El coche es más lento que a finales de 2016 en comparación con la cabeza y encima siguen sin poder ir al 100% por falta de autonomía. Y Albert Park no es el peor trazado para ellos, así que echémonos a temblar ante la que se viene en China y Bahréin.

Foto | Scuderia Toro Rosso
 

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Australia volvió a ser injusta con los suyos: fin de semana para olvidar de Ricciardo

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 26 de Marzo de 2017

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Red Bull hoy se ha encontrado contra uno de sus fines de semana más negativos. Australia no ha sido justa con el equipo, mucho menos con Daniel Ricciardo. La escudería austriaca es consciente de que no sólo la unidad de potencia tiene carencias, también el monoplaza en el resto de áreas tiene que evolucionar si quieren plantar cara a Ferrari y Mercedes AMG. Y es que el equipo de las bebidas energéticas se ha acostumbrado a remontar, algo que habla mucho y muy bien de su capacidad de trabajo, pero que le aleja de la batalla por los títulos.

Más allá del quinto puesto de Max Verstappen, el cual de no ser por unos problemas de frenos podría haber plantado cara a Kimi Räikkönen en la lucha por la cuarta posición, el fin de semana se puede tildar de catastrófico, más cuando ponemos la lupa en lo ocurrido con Daniel Ricciardo en el que era el Gran Premio de Australia, la carrera de casa para un hombre que nunca ha perdido la sonrisa.

El equipo decidía salir a pista con dos vueltas perdidas, posiblemente con el objetivo de recuperar anímicamente a Daniel Ricciardo en un fin de semana nefasto para él.

El accidente del sábado obviamente fue error propio, algo normal cuando te encuentras en la primera clasificación del año al volante de un monoplaza que no has terminado de exprimir a ritmo de competición. El australiano perdía la trasera y se iba contra el muro, quedándose al final del Top 10 y posteriormente siendo penalizado con 5 posiciones en parrilla al tener que sustituir la caja de cambios dañada.

Prometía ser un domingo de remontada, buscando conseguir el máximo número de puntos para salvar un fin de semana que se había complicado desde el inicio. Ricciardo estaba convencido de que podía hacer un buen papel frente a sus compatriotas, esperanzas que no iban más allá de la vuelta de salida de boxes, cuando rodando tras uno de los Renault el motor se paraba y no lo podría volver a poner en marcha. Un problema con uno de los sensores de la caja de cambios le dejaba atascado con la sexta marcha engranada.

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Por segundo día consecutivo, Ricciardo no era capaz de quitarse el casco sumido en la más profunda decepción. La grúa entraba en escena y Daniel regresaba rápidamente a boxes, con la esperanza de poder empezar la carrera. No podría hacerlo de inicio, sin embargo, Red Bull decidía sacar el coche dos vueltas después del verde, sin opciones de sumar puntos. El objetivo obviamente era el de seguir probando y, sobre todo, mejorar el estado anímico de su piloto ante lo que podía ser un divertido fin de semana adelantando a coches más lentos. Una forma de quitarse ese amargor.

En esos momentos Christian Horner y los suyos se arriesgaban a sufrir un problema de motor más grave y tener que descartar la primera unidad de potencia de la temporada, peligroso cuando sólo cuentas con cuatro para completar el año. Tras 25 vueltas, el motor de nuevo se paraba y debía abandonar sin terminar el Gran Premio de casa, no sin antes acercarse a saludar al público.

Falta por conocer su el posible problema con la presión de combustible puede haber provocado algún otro problema mecánico grave, algo que redondearía el balance negativo del fin de semana y que confirmaría que el equipo se equivocó al salir a pista sin tener la confirmación absoluta de que todos los sistemas estaban en orden. Sería una renta nefasta por únicamente salir a dar unas vueltas de cara al espectáculo y para recabar datos. En China empezará la temporada para Ricciardo después de cumplirse una vez más la maldición que impide a los australianos subir al podio en casa.
 

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El trébol de la buena suerte

Humberto Gutiérrez el 29 de Marzo de 2017

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En la reciente victoria de Sebastian Vettel en Melbourne se pudo apreciar claramente el trébol de cuatro hojas, insignia de Alfa Romeo, en el tradicional mono rojo que distingue a los pilotos de Ferrari. No deja de ser curioso tal detalle porque Il Quadrifoglio debutó en las carreras a modo de sortilegio, cuando el piloto Ugo Sivocci lo utilizó para tratar de revertir su mala suerte, con el resultado que logró ganar su primera carrera, la Targa Florio de 1923.

Sivocci era considerado uno de los mejores de su generación. Junto a Enzo Ferrari, Gastone Brilli Peri y Antonio Ascari; fueron los cuatro pilotos oficiales de Alfa Romeo a inicios de la década de 1920, de allí el cuadrado blanco como fondo de la insignia. Desde la victoria de Sivocci, que también fue la primera de Alfa Romeo en la Targa Florio, todos los coches de la marca italiana han llevado el trébol. Como dato curioso también resulta el hecho que Sivocci murió en un accidente meses después, cuando efectuaba pruebas en Monza, pero su P1 no tenía la insignia porque había sido repintado y no hubo tiempo de añadirla. Tras el accidente mortal de Sivocci, el cuadro blanco fue cambiado por un triángulo, lo que simboliza la pérdida de uno de los pilotos de la primera generación.

Ferrari ha traído el amuleto de Alfa Romeo de regreso a las carreras y lo hizo por todo lo alto. Il Quadrifoglio junto al Cavallino Rampante sin duda representan una mítica combinación de símbolos que muy probablemente se asocien a la consecución de un esperado campeonato, justamente cuando Ferrari celebra 70 años de su fundación.
 

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La vieja guardia de Ferrari ahora sí cree en la posibilidad del título

Humberto Gutiérrez el 29 de Marzo de 2017

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Jean Alesi, Ivan Capelli, Cesare Fiorio y Mauro Forghieri se han pronunciado públicamente sobre lo observado en Melbourne y más allá de la victoria de Sebastian Vettel, coinciden en que ahora sí existe una posibilidad real de que Ferrari logre ambas coronas. Sus opiniones están sustentadas en el hecho de iniciar la temporada arriba, luchando desde las sesiones de clasificación, un indicio de que todo el trabajo realizado en el invierno estuvo orientado de la forma correcta, lo que se traduce en una excelente base, con mucho potencial de desarrollo, situación que no se apreciaba desde hace tiempo.

Jean Alesi, quien fue piloto de la escudería desde 1991 hasta 1995 está confiado en que Ferrari disputará el cetro porque se han despejado las dudas en cuanto a los alcances de la nueva normativa. En Melbourne, el SF70H demostró que puede rivalizar contra Mercedes y contra Red Bull sin excusas. Argumentó que todos pudieron observar las dificultades de Lewis Hamilton para poner distancia de por medio mientras Sebastian Vettel lo perseguía con facilidad, incluso cuando le tocó a Hamilton seguir a Vettel, el inglés no pudo recortar la distancia. El coche es bueno desde el principio y eso facilitará luchar directamente contra los otros contendientes al título.

Por su parte, Ivan Capelli, piloto de Ferrari en 1992, opinó que tanto Mercedes como Red Bull se mostraron vulnerables sin los sistemas de suspensiones que habían planeado utilizar y que fueron prohibidos por la FIA. Según Capelli, habría que despejar las dudas en las carreras que están por venir, pero es probable, en esos términos, que la mejor base para desarrollar sea la de Ferrari y que de una vez se muestre como un coche magnífico, capaz de ser rápido en cualquier tipo de circuito.

Para Cesare Fiorio, quien fue director de la escudería entre 1989 y 1991, Ferrari tiene una gran oportunidad de lograr el título porque han construido un coche competitivo y el cambio de normativa les ha favorecido, situación que se apreció este fin de semana cuando Mercedes no resultó la fuerza dominante de los últimos años. Iniciar la temporada arriba podría marcar la diferencia hasta el final porque en lugar de pensar en cómo revertir resultados, como sucede cuando se empieza desde atrás, facilita las cosas porque por una parte se tiene la certeza del trabajo bien hecho y por otra se añade más presión a sus perseguidores. Fiorio también apuesta por el renacer de Kimi Räikkönen en el sentido de que una pelea por el título le haría realzar su potencial.

En tanto para Mauro Forghieri, uno de los más recordados directores técnicos de Ferrari, el equipo italiano ha enviado un mensaje directo a Mercedes, así que nada será como antes. El coche de esta temporada nació con buena estrella, particularidad que se puede confirmar con observarlo en acción. El equilibrio, la aerodinámica y el trato a los neumáticos son elementos auténticos y aunque Melbourne sea una pista atípica las sensaciones fueron positivas. Según su opinión, en otros circuitos, el Ferrari debería ir a mejor porque el equipo cuenta con todos los recursos disponibles para desarrollarlo.

Vía | Speedweek
 

Nicola Romeo

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Esta es la brutal patada de 6,5 G que se llevan los pilotos de la Fórmula 1

Iván Fernández ( @fernischumi ) el 2 de Abril de 2017

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Alguno incluso llegó a pensar que los pilotos eran unos exagerados con esos ejercicios para fortalecer el cuello, e incluso muchos llegaron a menospreciar los efectos de los nuevos monoplazas sobre el cuerpo de los competidores. Sin embargo, Australia confirmó que los Fórmula 1 de 2017 van a ser muy exigentes, algo que veremos con el paso de los Grandes Premios, especialmente en pruebas con mucho calor como pueden ser Malasia o Bahréin, en los que literalmente llegaremos ver a los pilotos llegar al límite de su resistencia física.

La FOM ha ido regalándonos durante estas semanas pequeñas demostraciones para que los aficionados sean perfectamente conscientes de que el cambio respecto a la temporada 2016 va más allá de ver monoplazas más agresivos estéticamente. La vuelta rápida realizada por Lewis Hamilton en su asalto a la Pole Position del Gran Premio de Australia es el ejemplo perfecto, especialmente si lo comparamos gracias al nuevo HUD de la FOM con los datos del año pasado.

Si bien en las frenadas fuertes nos encontramos con que los pilotos sufren en torno a 0,2 G más de fuerza frontal sobre su cuerpo, es en curva rápida donde nos encontramos las diferencias más notables, especialmente en la curva 11, la rápida de izquierdas, en la que los pilotos se llevan una patada lateral de 6,5 G. Una cifra nada despreciable teniendo en cuenta que estamos en un trazado semiurbano en el que posiblemente no hemos visto todo el potencial de estos monoplazas.

De nuevo os dejamos el vídeo insertado con la esperanza de que la FOM recapacite y finalmente permita a webs ajenas mostrar los vídeos de su canal de YouTube sin ningún tipo de restricción. Sin embargo, somos conscientes de que Liberty Media todavía necesita un tiempo para ‘airear la casa’ y librarse de esos pensamientos anticuados. Por ello, os dejamos el link directo para que podáis disfrutar sin trabas del video: AQUí. Os pedimos disculpas por la parte que nos toca.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=zJRh9FG83d0[/youtube]​
 
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