Confundís conceptos.
Todas las religiones se basan en el miedo a lo desconocido o a la furia de los dioses.
Y por eso exigen sacrificios a los dioses para evitar o aplacar su ira.
Pero sólo una se basa en el sentimiento de culpa del creyente.
Y hay una diferencia enorme.
En las religiones ancestrales la culpa es de los dioses, que son profundamente humanos, y por tanto envidiosos, rencorosos y vengativos, razón por la que es ‘lógico’ tenerles miedo.
En cambio el cristianismo invirtió la situación al imbuir en sus fieles un sentimiento de culpa ajeno a sus actos, anterior incluso a su nacimiento, totalmente irracional, y que sólo puede atenuarse mediante la confesión.
Una genialidad sin duda.