A ver.
La idea nuclear del franquismo era estabilizar el país creando clases medias. Para ello era necesario montar un tejido industrial, que apenas eistía y no recibia inversiones desde finales de los años 20. Y para crear industria era necesaria energía (los famosos pantanos y refinerías), industria básica (Ensidesa) formar personal (universidades laborales) y vivienda (las barriadas de francoblocks).
Todo ello, pese a algún intento previo, (SIAT y alguna otra iniciativa pintoresca, pero también ENASA en 1946, Fertiberia -creo-así como las primeras refinerías y pantanos) se pone en marcha a partir de 1948 cuando, pasada la IIGM y el cierre de fronteras con España, se puede acceder a los primeros créditos del Banco Mundial, así como a tecnología foránea. En 1949 se constituye Seat, en 1950 Ensidesa, siempre con apoyo del INI. Del mismo modo se ponen en marcha regadíos, la red de hospitales del Seguro de Enfermedad, etc. pero esa es otra historia.
Todo ello permitió que un país que no refinaba petróleo, que apenas producía acero (y ello a pesar de que los indicadores industriales de 1950 doblabn los de 1935) que no poducía un coche (la Hispano, desde los años 20 producía en Francia), pasara a convertirse, con todas las debilidades que se quieran, en un país con una industria considerable. Por cierto, la historia de Pegaso como fabricante de coches fue una pequeña locura de Ricart y los italianos "fascistas" que venían de AR para adiestrar al personal al tiempo que se hacía marca: de las 100 y poco unidades producidas, apenas consiguieron vender una decena; apenas había mercado en España y la exportación por entonces, y más tras algunos fracasos en Le Mans y similares, era algo dificil., que se lo digan a Lancia con su Aurelia o, incluso a Ferrari con sus primeros modelos.
La instalación de Seat en un puerto del Mediterráneo era de cajón, más aún cuando las primeras unidades se montaron casi CKD. Instalarla en la Zona Franca parecía de lo suyo, por motivos fiscales. No creo que fuera una decisión polémica. Con todo, Seat, más que catalana, es española, con capital del INI (dirigido por Suances, íntimo de Franco) y de la banca española. Fiat tenía un capital simbólico, que fue ampliando en años sucesivos. El esquema público-privado, con diversas fórmulas, se utilizó para montar muchas industras en esa época. Curiosamente, no en el caso de FASA, impulsada por industriales de Valladolid.
Luego podríamos hablar de lo que pasó con ENASA (que hacía unos camiones estupendos, competitivos y que se eportaban) vendiéndola a IVECO pocos años después de nacionalizar Seat para vendérsela a VW no sin engrase mediante estraños mecanimsos financieros que acabaron salpicando a Diaz Álvarez, al embajador alemán (los famosos convolutos) y al propio PSOE, por más que su Tesorera fue absuelta del delito de financiación ilegal. O, años antes, de los intentos para montar modelos propios, que curiosamente no fueron desarrollados desde el CT sino desde Inducar, donde aparece otro diseñador italiano que contribuyó a crear parte de la cotidianeidad española de los primeros 70, Aldo Sessano.
Una historia apasionante la de la industrialización española, que, como tantas otras, como la de telecomunicaciones (ojo a los proyectos de Barrera en los primeros 70, en torno a Telefónica, que terminan en Indra, algo mucho menos ambicioso), no termina del todo bien, esto es, con una marca al menos plenamente nacional. Pudo serlo Pegaso, y pudo serlo Seat, pero en ambos casos se frustró. Y hubo un momento en el que había mimbres para ello, especialmente en el caso de Pegaso (como fabricante de camiones).