El otro día subiendo la calle General Ricardos de Madrid y tras casi un mes sin coger el coche por chapa y pintura, voy ensimismado disfrutando de la conducción aunque sea por ciudad (tenía demasiado mono, supongo).
En esto que veo un Smart Fortwo de los nuevos, que empieza a recortar distancia conmigo, y a ponerse detrás. Mientras la Giulia y yo, efectuando un adelantamiento cual grácil cisne deslizándose por el agua, aprovechando lo directa que es la dirección y gozando algo tan simple... Llegamos a un semáforo en rojo.
Y en esto que llega a mi altura el Smart, se cambia de carril al derecho (este es para girar a la derecha como en el caso del compi
@José Manuel FR) mientras yo me sitúo en el central para ir de frente.
Me pide bajar la ventanilla y me lo pienso dos segundos, anticipándome a una posible reprimenda por alguna "pirula" que a mi juicio sería inexistente.
Para mi sorpresa, me dice: "Precioso coche eh? Este Giulia... Buffff, me encanta solo con verlo y qué bonito con los triángulos y todo"
Y le digo: "Pero no es un QV eh? Va muy bien pero es el hermano pequeño de gasolina"
El tío se ve que le molaba el tema porque a continuación se puso a elogiar el adelantamiento, la forma de cambiarse de carril con esa facilidad sin inmutarse el chasis... Y por último, antes de despedirse me dijo "Cómo suena eso eh?", para acabar despidiéndome de él con un "Pues... Está homologado!"
Llevaba un Smart pero ahí debajo quizá hubiera un potencial alfista.
Lástima que no hubiera estado la novia conmigo para verlo, le encantan estas anécdotas
PD: Al rato recojo a la novia, nos vamos al Nassica, y nada más aparcar nos hace la radiografía un matrimonio que podrían ser nuestros padres, mirando descaradamente el coche, pasando por delante de él, parando a ver el trilóbulo... Menos mal que estábamos dentro y mirándoles, si no se hacen un book con la berlinetta jajaja