Cuando se comparan precios, siempre he entendido que se trata de precios al contado. Así, al menos, trato de hacerlo yo cuando traigo precios a colación. Ya me parecía a mí.
Y es que hay cierta tendencia a traer precios excepcionales para condiciones también excepcionales. No se trata de comparar chollos puntuales rebuscados por ahí, sino unidades normales. Más aún en un país como España, donde tienden a comprarse altos de gama y donde los básicos suelen destinarse a flotas.
Lo de Hamilton resulta cuando menos, chocante. A mí, particularmente, que un tío que vive de quemar combustible a lo largo de medio mundo me diga, por motivos publicitarios bien remunerados, que trata de ahorrar energía usando un coche carísimo, me hace pensar si esa campaña no se volverá contra el anunciante.
Y sí, esto parece el foro PSA.