Yo tengo otra para contaros. Como quizá alguno sepáis, el pasado 13 de agosto hubo una quedada en el parking del auditorio del IFEMA, organizada por Dani Clos (y Majes en Moto, con el que tengo colegueo) a través de una app llamada RoadStr.
Pues bien, me fui con el coche al sitio indicado, con un poquillo de antelación, y mientras buscaba sitio para aparcar me encuentro un Abarth 500 color verde lima en la misma misión que yo, nos cruzamos y nos sonreímos.
En esto que aparco en un sitio decente y me acerco a ver a Dani, a Majes, y a hacerme unas fotos con ellos así como a los coches.
A la vuelta me encuentro con un 159 negro, precioso, y con un colega muy taliFord y amante de los coches japoneses que me pide ver el Giulia. Se monta conmigo para dar una vuelta y todo elogios, que si el interior, que si el comportamiento... Y yo encantado claro.
Pues bien, al dejarle en su coche y dar una vuelta en el suyo, decido despedirme de él y volver a mi Giulia. Desaparco, salgo y muy despacito comienzo a abrirme paso entre el mogollón de gente y resto de coches.
Con las ventanillas bajadas comienzo a escuchar lo siguiente:
- Tú, mira, un Giulia!
+ Uno como ese quiero yo, me encanta ese coche
- Joder, es un Quadrifoglio...
+ Pero si no suena, no?
- Es que el escape es a válvulas, seguro... Mira el alerón de carbono... Fua qué guapo.
Y yo con una sonrisa estampada en la cara, lleno de orgullo
Luego, el otro día dando una vuelta con mi chica, pasando por una calle nos empieza a hacer la radiografía un grupo de chavales.
Por si eso no bastara, pasando por una terraza se queda mirando el coche un hombre sentado en una mesa, le dice algo a la mujer y se gira ella también jajaja
Bonus track: