Día cercano a la etapa 1:
Por cuestiones profesionales, que me lo permiten, ha salido esta mañana del despacho. A los que conocéis Valencia, no será nada nuevo peor a los que no, explicaros que en el centro del casco histórico se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, en una plaza con el mis o nombre. Aquí en Valencia hay, sobre todo entre la gente mayor, mucha devoción por esta Virgen, que es la misma a la que se le hace la ofrenda de flores en las Fallas.
Pues bien, al pasar por la plaza me ha llamado la atención empezar a cruzarme con bastante gente, sobre todo mayores, Algunos hasta en sillas de ruedas o acompañados por quien les ayudaba a caminar, que se empezaban a agolpar en la puerta abierta de la Basílica, formando un grupo importante de personas, que con toda seguridad superaba las 50 a 100, de los cuales se podían contar con los dedos de una mano, las que llevaban mascarillas o guantes.
Desde el despacho una compañera ha informado de esta situación, tanto a la Policía Nacional, como a la Local, han transcurrido más de dos horas sin que hasta el momento se hayan personado.
Asi va a ser difícil prevenir nuevos contagios, precisamente entre gente mayor, que es la más propensa a sus efectos y con los mayores índices de mortalidad.
Estoy convencido de que los españoles lo estamos haciendo de manera admirable, pro estas pequeñas excepciones pueden hacer mucho daño a la recuperación y deberíamos considerarlas.
Por cuestiones profesionales, que me lo permiten, ha salido esta mañana del despacho. A los que conocéis Valencia, no será nada nuevo peor a los que no, explicaros que en el centro del casco histórico se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, en una plaza con el mis o nombre. Aquí en Valencia hay, sobre todo entre la gente mayor, mucha devoción por esta Virgen, que es la misma a la que se le hace la ofrenda de flores en las Fallas.
Pues bien, al pasar por la plaza me ha llamado la atención empezar a cruzarme con bastante gente, sobre todo mayores, Algunos hasta en sillas de ruedas o acompañados por quien les ayudaba a caminar, que se empezaban a agolpar en la puerta abierta de la Basílica, formando un grupo importante de personas, que con toda seguridad superaba las 50 a 100, de los cuales se podían contar con los dedos de una mano, las que llevaban mascarillas o guantes.
Desde el despacho una compañera ha informado de esta situación, tanto a la Policía Nacional, como a la Local, han transcurrido más de dos horas sin que hasta el momento se hayan personado.
Asi va a ser difícil prevenir nuevos contagios, precisamente entre gente mayor, que es la más propensa a sus efectos y con los mayores índices de mortalidad.
Estoy convencido de que los españoles lo estamos haciendo de manera admirable, pro estas pequeñas excepciones pueden hacer mucho daño a la recuperación y deberíamos considerarlas.