¿Y esas fotos no oficiales en un acto aparentemente oficial?
Giulietta. Estuvimos barajando la posibilidad de comprar un segundo coche. Al final no nos hizo falta -ambos podemos ir a trabajar a pie- pero vimos varios modelos: Corolla, Mazda 3, Giulietta,.... Y el Giulietta nos produjo una impresión pobre, tanto por su ergonomía como por su presentación interior, que, llegando de ver el Mazda, parecía en otra dimensión temporal. Como dijo mi mujer, "no tiene nada que ver con la Giulia".
El volante, por ejemplo, canta muchísimo. O el propio sistema multimedia que, pese a disponer de funciones al día -carplay y cosas así- se ve como un pegote en el salpicadero (con lo bien que estaba la pantalla original). O los mandos de luces y limpias.
Lo cual no obsta para que pueda disfrutar de un excelente comportamiento. Tiene mimbres para ello. En esa "prueba", con tantos errores, se ve a la probadora intentando ser discreta con los puntos débiles del coche y buscar por algún lado lo positivo, un comportamiento que, como bien apunta, es un valor que tiende a percibirse como menos importante por el consumidor.
Giulietta. Estuvimos barajando la posibilidad de comprar un segundo coche. Al final no nos hizo falta -ambos podemos ir a trabajar a pie- pero vimos varios modelos: Corolla, Mazda 3, Giulietta,.... Y el Giulietta nos produjo una impresión pobre, tanto por su ergonomía como por su presentación interior, que, llegando de ver el Mazda, parecía en otra dimensión temporal. Como dijo mi mujer, "no tiene nada que ver con la Giulia".
El volante, por ejemplo, canta muchísimo. O el propio sistema multimedia que, pese a disponer de funciones al día -carplay y cosas así- se ve como un pegote en el salpicadero (con lo bien que estaba la pantalla original). O los mandos de luces y limpias.
Lo cual no obsta para que pueda disfrutar de un excelente comportamiento. Tiene mimbres para ello. En esa "prueba", con tantos errores, se ve a la probadora intentando ser discreta con los puntos débiles del coche y buscar por algún lado lo positivo, un comportamiento que, como bien apunta, es un valor que tiende a percibirse como menos importante por el consumidor.