No acabo de ver por ningún sitio los problemas de ergonomia de la consola del túnel.
Tampoco en la palanca de cambio, salvo en el encuentro en la parte superior de las tres piezas/materiales que la conforman, con un resalte/desajuste o no sé qué algo raruno y poco agradable.
El volante actual me parece perfecto, a excepción del cláxon, algo duro de accionar.
Jamás he tocado el freno de mano.
Yo me hubiera limitado a forrar el cambio con cuero a juego con el volante y, si acaso, a mejorar el tacto de la botonería multmedia. En realidad, la consola actual me parece más bonita -por limpia y simple- que la 2020.
Tampoco encuentro tacha al salpicadero actual, blandito, suave y bien ajustado.
Y, sin embargo, quizá hubiera revestido los laterales intteriores de los bolsos portaobjetos de las puertas y no sólo el fondo, revisado la posición de los mandos de los elevalunas -en los parkings o peajes sigo pulsando el de la ventanilla trasera- mejorado el tacto del intermitente -al desconectarlo es fácil accionar el del lado contrario- y cosillas así....
Y, de cara al mercado, no hubiera estado de más mejorar la homologación de consumos, como hacen todas las marcas a mitad de vida de modelos, o incorporar los ledes en las ópticas delanteras, más que nada por las posibilidades de configuración que ofrecen, y no tanto por su calidad lumínica.
El verde ese le sienta muy bien. Bueno, todos los colores lo hacen.