.......................
Disposición de los mandos a la que hay que adaptarse
Aprovecho esos compases iniciales para ir familiarizándome con los múltiples mandos del coche, ya que después cuando empecemos a sacarle el máximo partido, no habrá tiempo de pensar dónde estaba ese interruptor que activaba el modo 'Sport'. Los mandos que forman el salpicadero, de forma y líneas horizontales, están dispuestos en orden... Bueno, mejor digamos que simplemente están dispuestos, y ya está.
El cuadro de mandos está presidido por un reloj central con fondo amarillo, escalado hasta marcar la zona roja a 9.000 RPM. A los lados,
dos pantallas digitales nos ofrecen un montón de información. Cada una de ellas se maneja con un mando giratorio, como si fuese la rosca del volúmen de un autoradio, que a decir verdad tienen un tacto (y una holgura) bastante similares a los de un autoradio de un Fiat Tipo. No busques la máxima calidad de ajustes y acabados, porque no la encontrarás.
La explosividad con la que sube de vueltas me recuerda a las motos con motores 2 tiempos cuando se abre la válvula de escape.
__________________________________________________________________________________________________________________________
Lo que sí encontrarás es muchísima información para tener bien monitorizado en coche en todo momento. En la pantalla izquierda puedes consultar desde la presión y temperatura de la banda de rodadura de cada neumático hasta la velocidad, la temperatura exterior, o el estado del depósito de combustible entre muchos otros.
Cada una de las dos pantallas que acompañan al reloj central se manejan de forma independiente desde
dos cuadros de mandos, cada uno a un lado del volante.
__________________________________________________________________________________________________________________________
En la pantalla derecha, encontramos un sistema compuesto por siete menús bastante comunes (teléfono, radio, media, navegación, etc) que terminan en una última categoría llamada
Telemetry que, como su nombre indica, es la auténtica telemetría del coche. Mucha información se puede mostrar indistintamente en una pantalla u otra, así que solo es cuestión de personalizar la información al gusto de cada uno para tener controlado el coche, al menos en cuanto a cifras se refiere, en todo momento.
Un punto y aparte merece el volante, pieza icónica en todo Ferrari que se precie. Dispone de muchísimos mandos integrados en el mismo, desde los intermitentes accionables desde delante o desde detrás con las puntas de los dedos, hasta los botones para responder y colgar llamadas, mando de selección de dureza de suspensión, luces largas o cortas e incluso la
velocidad del limpiaparabrisas delantero.
Este es el menú desde le que puedes monitorizar todos los datos del coche, como si fuese la telemetría de un Fórmula 1.
__________________________________________________________________________________________________________________________
Todo perfectamente integrado para que no tengas que desviar la vista de la carretera. Los únicos botones que no están ahí, son los tres que se disponen sobre una moldura que separa ambos asientos delanteros. Allí la R indica que activas la marcha atrás, la N el punto muerto y el
Launch indica que el cohete está listo para despegar.
Listo para aprovechar los 800 CV
Después de una serie de fotos estáticas, en las que Javier Álvarez ha sido capaz de captar la esencia de este 812 Superfast de color
Giallo Modena, y ya con el sol bien alto calentando el asfalto, llega el momento más esperado. Es la hora de sacar el máximo partido a los 800 CV de esta bestia.
Para aprovechar los 800 caballos de potencia, haría falta una pista de aterrizaje de un aeropuerto.
__________________________________________________________________________________________________________________________
Lógicamente, aprovechar al máximo tal nivel de caballería no es sencillo. Simplemente, necesitarías un circuito muy rápido, grande y ancho o una pista de aeropuerto cerrada en exclusiva para tí para sacarle todo el partido a esta bestia. Pero como no teníamos ni la una ni la otra, decidimos llevarlo a uno de nuestros puertos de montaña favoritos.
La última vez que había pasado por allí fue al volante del Porsche 911 GT3, así que la referencia no era precisamente mala. Giro el
Manettino al modo Sport (no hay un 'normal', pasa del 'Wet' al 'Sport') y siento como si el coche hiciese algo similar a cuando te metes en unos pantalones recién lavados, como si se ajustase a la ropa, como si estuviese más tenso, más preparado para ofrecer lo mejor de sí.
Y vaya que si lo ofrece. Subiendo el primer puerto de montaña muy estrecho pero bastante recto, con perfecta visibilidad para saber si algún coche venía en sentido contrario, me doy cuenta de que basta con maltratar unas décimas de segundo al acelerador para que, literalmente, los tramos rectos desaparezcan y estés constantemente, y en mucho menos tiempo del esperado, encima de la siguiente curva.
Es descomunal la potencia que entrega y lo bien que la ofrece, haciendo que todo sea cuestión de lo cariñosos que seamos con el acelerador. Si jugamos con él hasta la mitad del recorrido, es rápido, si lo llevamos
al 80% es fugaz, y si nos atrevemos a pisar a fondo más de 1,5 segundos, seguramente estemos circulando más rápido de lo que el subconsciente nos recomienda.
En curvas rápidas, el apoyo aerodinámico se siente. Cuanto más rápido vas más se pega al asfalto.
__________________________________________________________________________________________________________________________
Da igual lo empinada que sea la pendiente, que en este coche siempre tendrás el doble de la fuerza necesaria para ascender a ritmo de cohete. Las subidas de vueltas son absolutamente instantáneas. La relación de compresión es
13.6:1. Y lo mejor de todo, es que aunque pises a fondo el acelerador, las ruedas posteriores no parecen tener una tendencia muy marcada a patinar.
Que el motor iba a ser glorioso era algo que ya presuponía teniendo un 6.5 V12 atmosférico de 800 CV bajo el capó, pero lo que no suponía es que el conjunto iba a ofrecer tal sensación de agilidad. Con
4,65 metros de largo y 1.525 kilos de peso en vacío, y especialmente después de haberme demostrado en autovía que es un fantástico GT, no esperaba que el 812 Superfast me deleitase con semejantes dosis de agilidad.
Es una delicia frenarlo antes de llegar a la curva, de lo que se encarga el poderoso equipo de frenos
Brembo Extreme Design que comparte con el LaFerrari y que permite apurar la frenada hasta límites insospechados ayudado por el ABS de altas prestaciones 9.1. Una tras otra fui apurando más y más las frenadas y admito que jamás sentí estar cerca del límite. Lo único que me indicaba que me estaba acercando eran los dobles intermitentes, que se activan automáticamente cuando la deceleración es muy pronunciada.
Llegado ese punto, y con el coche ya estabilizado antes de comenzar la trazada al vértice de la curva, basta con marcar el punto de contacto con la dirección electrónica y el coche, literalmente, se dirigirá el sitio por donde quieres pasar con una precisión milimétrica.
El eje posterior es activo, ellos le llaman Virtual Short Wheelbase 2.0 system y es la clave para que demuestre tanta agilidad
__________________________________________________________________________________________________________________________
El eje posterior hace que las ruedas giren en el sentido opuesto a las delanteras, ayudando a que te de la sensación de que más que en un 812 Superfast, estás al volante de un
kart, rápido, agil, preciso y veloz como pocos. Al principio, en las primeras curvas, se percibe algo extraño porque llega a parecer que la trasera, donde está un 53% del peso del coche, no va asentada, pero todo es efecto de ese eje posterior activo.
Cuenta con un sistema llamado Ferrari Power Oversteer a través del cual, la dirección electrónica ayuda al piloto a corregir sobrevirajes
__________________________________________________________________________________________________________________________
Pronto te das cuenta de que una vez que el coche ha entrado en la curva, no hay quien lo mueva y rápidamente estará listo para lo que venga. Y lo que viene generalmente en estos momentos, es otra recta que devorará cual piraña hambrienta en busca de la siguiente curva.
La magia de la aerodinámica, mejor cuanto más rápido
Es un coche en el que se ha trabajado mucho la aerodinámica. Los pasos de rueda delanteros y
traseros, cuentan con unas tomas y salidas de aire
en la propia carrocería que crean flujos de aire para mantenerlo bien pegado al suelo.
__________________________________________________________________________________________________________________________
La velocidad de paso por las curvas rápidas es literalmente sideral. El
aplomo del conjunto gracias al desarrollo aerodinámico en el túnel de viento, es uno de los aspectos más destacados. Cuenta con elementos móviles activos, algunos que se accionan de forma mecánica automáticamente y otros que por la propia fuerza del viento cuando vas a la velocidad indicada, se mueven para ofrecer el máximo sustento.
Es de esos coches en los que una vez que has cogido confianza te das cuenta de que va mejor y más pegado al asfalto cuanto más rápido circulas, creando esa relación mágica que solo sientes en auténticos supercoches diseñados para ofrecer en todo momento lo mejor de sí mismos.
La dirección que tenía un tacto extremadamente blando en parado para facilitar las maniobras de aparcamiento, ofrece un tacto exquisito cuando vas a ritmo y buscas esa minuta de lo que está ocurriendo bajo el eje delantero, que transmite bastante más información de la que esperaba. Por si acaso la relación entre vosotros no es fluida del todo, cuenta con un sistema en la
dirección electrónica que nos avisa cuándo nos estamos acercando al límite de adherencia lateral y ayuda en las correcciones.
Pero todo esto no tendría ningún sentido si el coche, a su vez, no fuese capaz de transmitir de forma correcta toda esa potencia al asfalto. Tal vez sea la capacidad de tracción el aspecto que más me sorprendió. Salvo que provoquemos una derrapada que solo se empieza a vislumbrar en el modo 'Race' de los 5 disponibles, el coche será capaz de ofrecer el agarre necesario a la salida de las curvas para catapultarnos hacia el siguiente viraje.
Reducciones de carreras automáticas
Admito que me hubiese pasado el día entero haciendo ese tramo de asfalto perfecto, visibilidad absoluta y curvas rápidas enlazadas a las que seguían otras de 180 grados.
¡Qué todo el día, toda mi vida! Escuchar el sonido del motor V12 subiendo de vueltas con una fogosidad inaudita, pasar cada vez más rápido por esa curva que parecía casi recta pero que a este ritmo es más cerrada de lo que parece. Todo es adictivo.
En este coche, a pesar de contar con muchos elementos electrónicos para hacer la vida más fácil,
el papel del piloto es fundamental. Es un coche que para circular rápido, exige manos y concentración, y no porque ponga las cosas complicadas si le aprietas, sino porque todo pasa muy rápido y un despiste se puede pagar muy caro.
Basta con mantener pulsada la leva de reducción de marchas para que el coche automáticamente
baje relaciones en las frenadas más pronunciadas, haciéndote sentir un auténtico piloto
__________________________________________________________________________________________________________________________
Para que solo tengas que preocuparte de disfrutar, cuenta con algunas asistencias que una vez que las pruebas, no querrás renunciar a ellas. Es el caso del sistema que reduce las marchas automáticamente en las frenadas más intensas. Basta con que mientras pisamos el freno tengamos accionada al leva del cambio que reduce marchas y el coche de forma autónoma y e infinitamente mejor de lo que lo haría yo, baja una marcha tras otra deleitándonos además con los sonidos únicos de las revoluciones para cuadrar entre una marcha y la otra.
La cifra de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos es espectacular, pero la de 0 a 200 km/h en 7,9 segundos es digna de Motorpasión Moto
__________________________________________________________________________________________________________________________
Inevitablemente, cuando paso por algunos puntos de la carretera, y especialmente cuando lo hago especialmente rápido, no puedo dejar de pensar en cómo habría pasado por allí en el Porsche 911 GT3, que era mi referencia más fresca, y admito que en muchas ocasiones creo que lo estaba haciendo
bastante más rápido en este coche que en el alemán.
Sin estar midiendo tiempos contra el cronómetro y solamente con las impresiones de mi cuerpo y cerebro, creo que no me equivoco si te digo que en carreteras comarcales que combinen curvas rápidas y lentas a partes iguales, este coche es capaz de mantenerle el tipo a todo un GT3, y eso no es algo que puedan decir muchos.
Y si la carretera es una de esas antiguas nacionales, hoy en día casi desiertas a pesar de sus carriles dobles en las subidas más pronunciadas, no creo que haya a la venta hoy en día más de cinco coches capaces de mantenerlo a raya, y estamos hablando de los grandes
supercar del momento y tal vez del Porsche 911 GT2 RS. Ninguno más.
Ferrari 812 Superfast: nuestra puntuación
8.4 / 10
Diseño exterior
9
Diseño interior
7
Calidad
7
Habitabilidad
8
Maletero
8
Motor
10
Seguridad
9
Comportamiento
9
Comodidad
9
Precio
8
A favor
- Confort de marcha
- Agilidad en curvas
- Aplomo a alta velocidad
- Sonido de motor
En contra
- Acabados interiores
- Reflejos del salpicadero
- Precio de opciones
- Demasiado llamativo
Se comenta que el
Ferrari 812 Superfast será el último Ferrari V12 atmosférico. De ser cierto, en el futuro tal vez sigamos teniendo Ferrari con motores V12 turboalimentados, pero no tendrán la esencia de este. Después de haber disfrutado de él durante tres días, puedo asegurar que el 812 Superfast es uno de los mejores superdeportivos del mercado. Sabíamos que iba a ser rápido, para algo tiene 800 CV, pero no esperábamos que fuese tan ágil y cómodo como es.
La combinación del motor V12 atmosférico más potente de la historia con otras soluciones técnicas modernas, como la dirección electrónica o el eje posterior activo, hacen que en conjunto el Ferrari 812 Superfast sea uno de los grandes Ferrari de la historia. Su precio es de
339.000 euros, y el que se lo pueda permitir sabe que tendrá un coche de esos que todo
ferrarista debería tener en su garaje. Gracie.
Ficha técnica
Versión probada | | | | 6.5 V12 |
Cilindrada | 6.496 cm³ | | Tipo de tracción | Trasera |
Bloque motor | V12 atmosférico | | Combustible | Gasolina 98 |
Potencia (CV @ rpm) | 800 @ 8.500 | | Capacidad del depósito | 92 litros |
Par motor (Nm @ rpm) | 718 @ 7.800 | | Consumo urbano | ND l/100 km |
Masa en vacío | 1.525 kg | | Consumo extraurbano | ND l/100 km |
Velocidad máxima | 340 km/h | | Consumo combinado | 14,9 l/100 km l/100 km |
Aceleración 0-100 km/h | 2,9 segundos | | Capacidad maletero | ND litros |
Transmisión | 7 velocidades doble embargue | | Precio | 339.000 euros euros |
Ferrari 812 Superfast (prueba) (55 fotos) Ver galería completa »
El coche para esta prueba ha sido prestado por Ferrari. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Javier Álvarez