No veo ninguna contradicción, tan sólo pragmatismo e inteligencia.Certero total!!!
LA PARADOJA DE NORUEGA
¿Movilidad verde? Sí, gracias al petróleo y al gas.
El país escandinavo es el paraíso de los autos eléctricos, pero al mismo tiempo el símbolo de las contradicciones de la actual fase de transición: la transición eléctrica se financia con los ingresos de los combustibles fósiles. Ahora, sin embargo, Oslo está cambiando su enfoque hacia los vehículos eléctricos
- Noruega ha liderado el impulso de la movilidad eléctrica, pero sus resultados también están ligados a la enorme y cada vez mayor riqueza que garantizan los combustibles fósiles vendidos a la Unión Europea y Reino Unido.
- Gracias al petróleo y el gas, Oslo ha financiado generosos incentivos para automóviles conectados y ha logrado sus objetivos de reducción de emisiones mucho antes que los países de la UE.
- El sistema ha funcionado hasta ahora, pero ahora el gobierno tiene la intención de tapar la brecha presupuestaria creada por las exenciones de impuestos. Revisando su enfoque de la movilidad alimentada por batería.
Saben que el mundo basado en los combustibles fósiles se acaba, y aprovechan su riqueza para prepararse para el futuro.
Por alguna extraña razón los inmovilistas tienden a creer que si uno es progresista, o quiere cambiar el mundo, o al menos mejorarlo, está obligado a ser gilipollas, y debe renunciar a cualquier lujo, reunir todos sus bienes y entregarlos a los más desfavorecidos.
Y no.
Da la casualidad de que el cambio de paradigma de combustibles fósiles a verdes es un inmenso negocio de futuro.
Y quienes no participen en él serán como los que dijeron en su día que la telefonía móvil era una moda pasajera.
Y por cierto, no son sólo los noruegos: los países árabes son los que más están invirtiendo en un futuro eléctrico para cuando se agoten, o simplemente empiecen a escasear sus reservas, tal vez con la excepción de los chinos, que son extremadamente contaminadores sin el menor remordimiento, pero también son absolutamente pragmáticos y conscientes de que su sistema no es sostenible.
El futuro es eléctrico en el sentido de que los combustibles fósiles serán reemplazados por otros combustibles y sistemas basados en la electricidad generada con energías renovables.
Él empeño en intentar reducir “lo eléctrico” a las baterías de litio para facilitar su rechazo ya es en sí mismo un reconocimiento de derrota.